Yeltsin pide la dimisión del Gobierno de la URSS

El presidente del Sóviet Supremo (Parlamento) de Rusia, Borís Yeltsin, pidió la renuncia del Gobierno soviético, encabezado por Nikolái Rizhkov, y advirtió que se negaba categóricamente a integrar el programa económico gubernamental en el plan alternativo preparado por la comisión nombrada por él mismo y por el presidente soviético, Mijail Gorbachov. También se mostró partidario de eliminar el Consejo Presidencial y de crear un Consejo de Presidentes, formado por los jefes de las repúblicas que integran la URSS.

Yeltsin confirmó ayer que había pedido la renuncia de Rizhkov durante la conversación de cinco horas que el miércoles mantuvo con Gorbachov, y que lo había reiterado al día siguiente en la reunión conjunta del Consejo Presidencial y el Consejo de la Federación."Como condición para el éxito de la reforma económica, considero que el Gobierno de Rizhkov debe renunciar", declaró el político más popular de la URS S en una conferencia de prensa consagrada, en principio, a su viaje de 22 días por diferentes regiones de Rusia. Yeltsin agregó que también representantes de los sindicatos, de los trabajadores, de otras repúblicas, así como otros miembros de la. delegación rusa, habían exigido la renuncia del primer ministro.

El carismático líder insistió en que está dispuesto a cumplir la amena a que hizo cuando se hallaba de viaje por el Extremo Oriente soviético, en el sentido de presentar su propio programa económico si el Gobierno central insiste en mejorar el suyo. El programa preparado por el grupo encabezado por Stanislav Shatalin -creado a principios de agosto de común acuerdo por Gorbachov y Yeltsin- "es el único que puede ser aprobado, por el Parlamento ruso y por las otras repúblicas, incluidas las bálticas". La principal cualidad de este programa según Yeltsin, es que "toma en consideración la aprobación de las declaraciones de soberanía de las repúblicas federadas". AL mismo tiempo, el grupo de Shatalin propone firmar un acuerdo económico entre todas las repúblicas y el Centro, creando así una base económica común, "quizá lo único que puede mantener unida a la URSS".

El programa soviético

El programa económico del Gobierno soviético, mientras tanto, "al igual que antes, parte de la centralización, de la conservación del Comité de Planificación" y de un funcionamiento a través de "órdenes y disposiciones", sistema que ya ha fracasado. Pero el programa de Shatalin, que se basa en el elaborado por los especialistas de la Federación Rusa, no puede realizarlo el Gobierno central, que no lo ha preparado y que -no está de acuerdo con él, sostiene Yeltsin.Contra lo que pretende Gorbachov, Yeltsin se niega a buscar un compromiso entre el programa de Shatalin y el del Gobierno. "No se pueden unir una culebra y una serpiente y tampoco se pueden unir estos programas", dijo. "El presidente quería satisfacer a ambas partes, lo que es imposible".

Para cumplir el programa de Shatalin -que contempla, entre otras cosas, la estabilización del rublo y la desestatificación de la economía-, se necesita cierta dureza y, por tanto, un refuerzo de los poderes presidenciales. Además, habría que crear un órgano que se dedicara exclusivamente a velar por su cumplimiento. Yeltsin considera que este órgano debe ser interrepublicano, y Gorbachov en principio estaría de acuerdo. En opinión de Yeltsin, debería crearse un Consejo de Presidentes, pues no debe haber "presidentes grandes y pequeños, todos deben ser iguales". Con ello, desaparecería la necesidad del Consejo Presidencial, que para el líder ruso está lejos de ser "el intelecto supremo del país".

Yeltsin no se mostró optimista ante las posibilidades de firmar próximamente un nuevo Tratado de la Unión. Hay 13 proyectos de tratado, uno por cada república federada (excluyendo las bálticas, que no desean permanecer en la URSS), más el del Gobierno central. Para elaborar un proyecto, se ha formado un comité interrepublicano, informó. La Federación Rusa también puede enfrentarse a un proceso parecido al que se da al nivel de la URSS, con las declaraciones de soberanía de una serie de repúblicas autónomas.