Otros dos cubanos dejan la Embajada de España
Dos ciudadanos cubanos que permanecían refugiados en la Embajada de España en La Habana salieron ayer de la misma, por lo que en la legación quedan once cubanos. Máximo Quezada Alonso y Raúl Jiménez Conde salieron voluntariamente y fueron conducidos por un coche oficial hasta el lugar de La Habana que eligieron, escoltados por un miembro de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO).Quezada y Jiménez formaban parte del grupo conocido corno los fornidos por los funcionarios españoles, de los que se sospecha que son infiltrados de la policía cubana y de los que aún quedan cinco en la embajada, por otros seis refugiados libres de sospecha. El ministro consejero y encargado de negocios de la embajada en Cuba, Ignacio Rupérez, insistió en que "no existe ningún pacto entre nuestro Gobierno y el Gobierno cubano para deshacerse de los refugiados".
"Insistieron en marcharse"
"Solicitaron salir anoche y yo les informé que nadie les expulsaba de la embajada ... pero insistieron en que se querían marchar". Por la parte cubana, "la embajadora Rosario Navas", agregó Rupérez, "a la que le comuniqué la salida, me reiteró las garantías de su Gobierno de que no se tomarán reopresalias contra ellos, se los permitirá realizar los trámites normales de salida del país y podrán mantener los contactos con la embajada española".El ministro consejero español subrayó que "el cambio que está llevando a los refugiados a salir se produce en sus actitudes y no en las de la embajada española". Rupérez dijo que en la recepcion que hubo el lunes por la noche en el Palacio de la Revoilución, con motivo de octavo congreso de la ONU para la prevención del delito, habló con el presidente cubano, Fidel Castro, quien le preguntó: "¿Cuántos clientes le quedan en la embajada?".
