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Inflexibilidad cubana en la negociación para resolver la crisis de los refugiados

Juan Jesús Aznárez

El Gobierno cubano mantiene una postura inflexible en sus negociaciones con las autoridades españolas sobre la suerte de las 18 personas refugiadas en la Embajada de La Habana, cuyos responsables han pedido a Madrid camas de campaña y más medios ante la eventualidad de una crisis prolongada. Fuentes españolas aseguran que "el ambiente ha mejorado", pero que hay "falta de flexibilidad" por el lado cubano.

El conflicto que, sin embargo, puede tener un desenlace inesperado en cualquier momento, parece haber entrado en un punto muerto ya que las negociaciones no han registrado avances y la única garantía que ofrecen los representantes del Gobierno de Fidel Castro es la no adopción de represalias contra quienes abandonen incondicionalmente la sede diplomática.El régimen interior de la Embajada ha cambiado totalmente desde la entrada de los 18 refugiados, y donde antes pernoctaban dos personas ahora lo hacen 31, entre cubanos, geos, funcionarios y diplomáticos. El grupo de nueve cubanos cuya pertenencia a la plantilla del Ministerio del Interior cubano se da como segura en ambientes políticos occidentales de la capital cubana ha construido sus literas con material prensado y mantas, y efectúa todos los días su propia limpieza.

La forzosa convivencia de 31 personas en instalaciones no preparadas para ello y su obligada rotación en el uso de los limitados servicios higiénicos y de habitabilidad disponibles han aconsejado la dotación de dos nuevos frigoríficos, una reorganización de la vida en el interior de la sede y la petición de material complementario. Las camas de campaña, similares a las utilizadas en los campamentos militares, permitirán su fácil almacenaje y sustituirán a las actuales colchonetas de playa.

Este nuevo orden aconseja, por otra parte, la inclusión en nómina de empleados que hasta ahora trabajaban en régimen de interinidad y la contratación de dos personas más para atender las nuevas tareas de limpieza. Los diplomáticos españoles, por su parte, continúan durmiendo en el interior de la sede en turnos que comenzaron cuando la crisis, que dura cerca de un mes, alcanzó su mayor gravedad.

"Vemos buena voluntad en las autoridades cubanas, pero hace falta el empujón que todavía no ha llegado", comentó ayer un portavoz español.

Interfieren Radio Martí

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Paralelamente al desarrollo de las negociaciones con el Gobierno español, técnicos cubanos interfirieron el jueves la emisora anticastrista Radio Martí, que emite desde 1985 y cuyas emisiones en onda corta son escuchadas por una parte de la población cubana y han influido en la orientación de los medios de comunicación revolucionarios. A pesar de su carácter propagandístico, la estación financiada por Estados Unidos, que ayer apenas si podía sintonizarse, constituía, de alguna manera, una fuente alternativa a los contenidos publicados por la prensa oficial.

El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista Cubano, no ha insertado más información o comentarios sobre la crisis con España.

Mientras funcionarios de la Embajada de Madrid se preguntan cómo plantear el funcionamiento de la legación y cómo ordenar la entrada de personas en su interior cuando la crisis haya pasado.

La permanencia en Cuba del mayor número posible de miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO), que entretienen sus ratos libres jugando al mus y han comenzado disfrutar de salidas de asueto, es una de las fórmulas con más posibilidades de ser cumplimentada.

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