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Alusiones a la 'guerra santa' en el mitin del Istiqlal marroquí para reivindicar Ceuta y Melilla

Ana Alfageme

Mobamed Bucetta, líder del partido de la oposición marroquí Istiqlal, anunció ayer próximas marchas -"en meses o años"- sobre Ceuta y Melilla desde todo Marruecos para "liberar" las plazas españolas. Con un verbo teñido de referencias religiosas, habló de la necesidad de que el pueblo se mentalice por una "lucha justa" en el sentido referido por el Corán, aludiéndo así a la guerra santa. El líder marroquí urgió al Gobierno de su país a que se movilice por la unificación de todo el territorio en un mitin, celebrado en la tarde de ayer en Martil, dentro de una campaña promovida por su partido para conseguir la soberanía de Ceuta y Melilla.

Mohamed Bucetta, secretario general de este partido, en un discurso de una hora de duración, atacó, llamándolas "traidoras", a las comunidades musulmanas que defienden la españolidad de Ceuta y Melilla. Más de un millar de personas se concentró en la tarde de ayer en el patio de la Escuela Superior de Magisterio de Martil (localidad turística costera situada a unos 11 kilómetros de Tetuán y a unos 40 al sur de Ceuta) para asitir a un mitin convocado por el Istiqlal (Partido de la Independencia).La celebración conmemoró durante dos horas el 412º aniversario de la batalla de los Tres Reyes o Ued el Majazin. En ella perdieron la vida tres monarcas: dos marroquíes, Al Mutawakil, el Traidor, y Abdelmalek, y don Sebastián de Portugal. La victoria sobre los cristianos supuso -según relataba ayer el diario L'0pinion, órgano de expresión del partido- una etapa importante en la lucha del pueblo marroquí por la independencia y la liberación. El conflicto supuso el reinado de Ahmed el Mansur, que pudo reinar durante un cuarto de siglo y poner fin a la crisis dinástica que vivía Marruecos.

El acto, al que siguió una manifestación simbólica por las calles de Martil, supuso la segunda muestra de la campaña que el Istiq1al ha organizado para este verano con el lema Liberar Ceuta y Melilla.

El pasado 22 de julio, en Nador, localidad cercana a Melilla, el Istiq1al hizo un llamamiento a España, a la Comunidad Europea y a Estados Unidos para conseguir la soberanía marroquí sobre las dos plazas. El partido solicitó en un acto similar la mediación de Juan Pablo II para la "liberación inmediata" de las dos ciudades. Según los organizadores, marroquíes de todos los puntos de la nación asistieron al encuentro, que comenzó pasadas las 17.30 horas (hora local), cuando llegaron Bucetta y los miembros del comité ejecutivo, que fueron recibidos con gritos de "¡Ceuta y Melilla marroquíes!", consigna repetida a lo largo de todo el acto. En él intervinieron, antes de que lo hiciera Bucetta, destacados dirigentes del Istiq1al, entre ellos Abdelmak Tongi, ex ministro de Asuntos Exteriores.

Diálogo

El plato fuerte de la reunión, tras los discursos de los oradores, que pidieron monótonamente la recuperación de Ceuta y Melilla, haciendo continuos llamamientos al diálogo entre España y Marruecos, fue Mohamed Bucetta.

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El secretario general del Istiq1al, de 67 años, justificó la celebración del aniversario de la batalla en Martil, cerca de Ceuta, este año "para que la marcha que puede salir de aquí y que será hoy [por ayer] simbólica, esperamos que en los próximos meses y años -esperamos que más meses que años-, salga de todo Marruecos", prosiguió.

"Tenemos que mentalizarnos por una lucha justa (al jihad) por Ceuta y Melilla". Este término, recogido en el Corán, significa lucha por una causa justa. El que muere por esa causa justa va al paraíso. "Necesitamos liberar Ceuta y Melilla. Tenemos que obligar a nuestro Gobierno para que se mueva para este objetivo" dijo.

Bucetta se lamentó de las agresiones contra los "hermanos musulmanes" que viven en Ceuta y Melilla. Otras referencias religiosas aparecieron también en su discurso. "Cuandos defendemos Ceuta y Melilla, defendemos a los fieles del islam. En nombre de Dios, Ceuta y Melilla serán liberadas", afirmó.

Mohamed Bucetta dio un plazo de "uno o dos años" para que el tema de Ceuta y Melilla .se tome en serio" y propuso al rey Hassan II, ante la audiencia, que se cree una comisión que estudie el "interés verdadero" de España por negociar sobre Ceuta y Melilla.

Tampoco el Sáhara escapó a las alusiones del locuaz orador. "El Sáhara es marroquí y se acabó", dijo. El líder consideró a su partido como la vanguardia del islam. El Istiqlal, dijo, "es lucha y sacrificio".

El mitin se desarrolló sin incidentes y las pancartas pidiendo para Marruecos las dos ciudades encuadraban la mesa de oradores. Algunas de las consignas se podían leer en español: "En nuestra lucha para liberar Ceuta y Melilla el diálogo es nuestra preferencia, pero ciudado con nuestro enfado".

"Marroquíes y españoles son como hermanos"

Mientras en Martil, en el escenario del mitin, y en Tetuán se colocaban el viernes pancartas por los miembros del Istiqlal, a más de 40 kilómetros, Ceuta estaba ya en el real, bailando por sevillanas en la feria que ha mantenido insomnes a los habitantes de la plaza -comerciantes, militares y funcionarios, básicamente- la última semana. Y a los marroquíes, que se agolpaban en el paso fronterizo y que paseaban después entre las atracciones feriales más que por el recinto donde estaba instaladas las casetas.

Largas túnicas y vaqueros a la última se veían el viernes en el recinto, mientras un anciano y desdentado marroquí llamaba la atención del público palmeando al compás de las sevillanas.

Acuden muchos ciudadanos del otro lado de la frontera. No hay ninguna feria tan importante cerca", dice Pedro González Márquez, delegado del Gobierno en Ceuta. Según su testimonio, ayer no hubo conflicto alguno en Ceuta, "tranquilidad absoluta", y no se tomaron medidas de seguridad especiales de refuerzo en la plaza ante la posibilidad de la llegada de la marcha de seguidores del Istiqlal. "Es un acto político marroquí y se celebra en Marruecos", afirmó el delegado. "Los ceutíes seguirán pasando hoy [por ayer] a hacer compras y a las playas como cualquier sábado", dijo.

Para reforzar la impresión de tranquilidad, González Márquez dijo que ayer no estaría de guardia en su despacho.

Hacer sonar la pandereta

En Tetuán no se veían el viernes carteles convocando al acto de liberación de las plazas de Ceuta y Melilla. Acodado en la barra de un centro de reunión, un ingeniero marroquí comentaba: "Ésos, los del Istiqlal, sólo quieren hacer sonar la pandereta", decía. Justo a su lado, a un profesor marroquí le parecía bien la iniciativa."¿De quién ha de ser Ceuta?". "Española", respondió un hijo a su padre, un juez de Rabat cincuentón que regresaba en barco desde Algeciras hasta Ceuta, de pasar sus vacaciones en España.

El padre, antiguo militante del Istiqlal, no comulgaba con la reividicación actual de su antiguo partido. "Creo que las cosas deben quedar como están. Ceuta y Melilla son la puerta de España". Guimo, una modista de mediana edad nacida en Ceuta y que habita en Tánger, ni siquiera había oído hablar de la movilización. "Marroquíes y españoles son como hermanos", asegura mirando al mar. Regresa de vacaciones.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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