Físicos de EE UU usan el sol para limpiar agua contaminada
Eliminar del agua contaminada los compuestos organoclorados y disolventes orgánicos como el tricloroetileno, que se utiliza para limpiar motores, ya es posible gracias a la energía solar. Daniel Alpert, físico e ingeniero nuclear de EE UU, es el artífice de este proyecto en el Laboratorio Nacional de Sandia, en Alburquerque (Nuevo México).
Daniel Alpert participa estos días en un curso sobre energías renovables, organizado por la Universidad Complutense en Aguadulce (Almería).Además de la eliminación del tricloroetileno, se ha logrado también, en fase de laboratorio hacer desaparecer del agua contaminada productos tóxicos derivados de los pesticidas, como los PCB (policlorobicenilos) y también el DDT todo ello a través del llamado "efecto fotocatalítico". El Laboratorio Nacional de Sandia es el único que realiza este tipo de experimentos en EE UU, junto con el Instituto de Investigación en Energía Solar (SERI) de Colorado. En el Laboratorio de Sandia hay 7.000 trabajadores y cuenta con departamentos de investigación de armas nucleares, energías fósiles, eólica, solar, geotérmica y de fusión termonuclear.
Daniel Alpert comenta que un proyecto similar de tipo experimental se está llevando a cabo en la Plataforma Solar de Tabernas, en Almería, dentro de un programa del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) apoyado-por la CE. El director de este centro almeriense, Alfonso Sevilla, y el,técnico del CIEMAT, Manuel Macías, aseguran que este proyecto, iniciado en enero de 1990, tiene un presupuesto de 220 millones de pesetas, la mitad de ellos aportados por la CE. El colector instalado en esa plataforma puede tratar unos 500 litros de agua por hora.
Espejos
En 1980, Alpert llegó al Laboratorio de Sandia, procedente de la Universidad de Illinois, para trabajar en asuntos relacionados con la seguridad de instalaciones nucleares, aspecto acerca del cual no desea hablar. En 1986 pasó a un departamento que investiga sobre energía solar a altas temperaturas; y actualmente desarrolla dos líneas de trabajo distintas: una sobre detoxificación o eliminación de compuestos órganociorados del agua con radiaciones ultravioleta y otra sobre el desarrollo de espejos para concentrar energía solar.
El científico de Sandia confla en que este sistema revolucionario pueda ser en gran medida, en un futuro no lejano, la solución a muchos de los problemas que originan los residuos tóxicos. "El único problema de este sistema es que no puede desarrollarse en cualquier parte, porque hay zonas donde apenas luce el sol", comenta. Pero las posibilidades de la energía solar no acaban aquí. Alpert asegura que si se construyen hornos solares donde puedan alcanzarse 1.000º grados, será factible eliminar tóxicos concentrados de PCBs. "Hemos iniciado estas investigaciones con el tricloroetiléno concentrado y los clorofluorocarbonos (CFC) en estado puro y los resultados son muy alentadores", concluye.
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