Niños malnutridos
Un ejemplo de los logros conseguidos por Naciones Unidas en el terreno sanitario es Egipto, donde se ha alcanzado la inmunización total de los niños contra la difteria, la tosferina, el tétanos y la poliomielitis. Pero estos avances en las tasas de supervivencia infantiles no han tenido un equivalente en la mejora de su nutrición. Según datos del Unicef, el 26% de los niños egipcios sufren de malnutrición crónica, y un 50% de los menores de seis años padecen anemia. En este país, donde no hay escasez de comida, el problema proviene de los hábitos dietéticos inadecuados.
Otra de las mejoras logradas con la asistencia del Fondo de las Naciones Unidas ha sido la generalización del acceso a sistemas de agua potable. De acuerdo con un censo de 1986, el 95% de los habitantes de las ciudades y el 56% de la población rural disponen de ella. "Buscamos sistemas de bajo coste, instalación sencilla y fácil mantenimiento, que utilicen tecnología local", explica, al pie de uno de los pozos en Acheruk, Majdi Saqui, el responsable de este proyecto.
Tal progreso no ha ido acompañado de los servicios sanitarios. Apenas un 10% de la población rural egipcia dispone de retretes. Para paliar esta carencia, Unicef está promocionando la instalación de letrinas secas (un simple agujero en el suelo), que requiere el trabajo de las familias interesadas y la aportación de cinco libras (unas 200 pesetas).
"Pensamos, sobre todo, en las mujeres y los niños", explica Saqui. Pero las demandas de la población son mayores. "Nos piden un grifo de agua en el interior de la casa", comenta el funcionario, "algo que está de momento fuera de nuestro alcance, pero que ellos ya han visto en la televisión". Este medio de comunicación llega hoy al 90% de los hogares egipcios.
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