Cuba, o el complejo de insularidad

¿Estamos en el preludio de un nuevo Mariel, aquel éxodo hacia Florida de 10.000 cubanos en 1980? (...) Algunos han visto en el desafortunado asalto a la Embajada de Checoslovaquia, saqueada por un grupo de estos refugiados, una advertencia a Praga, antigua hermana socialista y, como todo converso, excesivamente propensa a dar lecciones de democracia. (...)Sólo hay una cosa segura: Cuba se encuentra en un estado de sobresalto. Después de 30 años de castrismo, por generoso que éste pudiera haber sido, el mensaje revolucionario se ha petrificado en lo que es una burocracia abrumadoramente anquilosada. Y si el bloqueo de Estados Unidos y la guerra ideológica a través de las ondas que se emiten desde Miami explican en parte la aversión que tiene su origen en las penurias sufridas y la efervescencia social, el inmovilismo del régimen y sus purgas periódicas contra una posición nunca bien tolerada se han encargado del resto.

Desde que sus tropas regresaran de Angola y sus técnicos lo hicieran de la Nicaragua ex sandinista, Cuba, exportadora de la revolución, se contrae y limita a las dimensiones de una isla y sufre el complejo de insularidad. (...) En un momento de aproximación entre los dos grandes bloques, no resulta conveniente preocuparse por nimiedades.

Para ganar tiempo, Castro va a verse obligado a dialogar. Abrir la puerta a los refugiados podría ser la primera bocanada de oxígeno.

24 de julio