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LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS

España advierte a Cuba contra la tentación de utilizar la fuerza

Antonio Caño

ANTONIO CAÑO ENVIADO ESPECIAL, "El Gobierno español ha advertido al cubano de que "toda solución por la fuerza" del conflicto de los refugiados "sería considerada un hecho gravísimo que tendría consecuencias igualmente graves en las relaciones entre los dos países", según informó ayer en La Habana un portavoz de la Embajada española".

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El Gobierno español incluye en el concepto de solución por la fuerza cualquier situación similar a la vivida la semana pasada en la Embajada de Checoslovaquia, donde un grupo de refugiados de procedencia sospechosa secuestró al personal diplomático.El temor a hechos violentos ha crecido desde la llegada a la Embajada española de los nueve últimos ciudadanos cubanos que penetraron allí durante la madrugada del sábado, todos ellos con características que no responden al perfil de los perseguidos políticos.

El embajador español en La Habana, Antonio Serrano de Haro, dijo ayer que los nueve últimos, todos ellos hombres, "parecen atletas profesionales y con entrenamiento marcial, y se nota que saben defenderse y atacar".

Ante el riesgo de violencia en el interior de la Embajada y el peligro de que más personas tratasen de penetrar en la representación española, todo el personal diplomático, incluido el embajador, pasó toda la noche en sus oficinas.

Los funcionarios han montado turnos de guardia para que la Embajada quede siempre bajo control de al menos un diplomático.

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España cribará la admisión de refugiados cubanos

Viene de la primera páginaLos que hasta ahora no han podido dormir son los cuatro geos que llegaron el miércoles, que ya dan muestras claras de cansancio después de la explosiva situación a la que han tenido que hacer frente en los últimos días. Para apoyarles, otros cinco policías de ese mismo cuerpo de élite volaron ayer a La Habana desde Madrid. El reforzamiento de la seguridad española ha llevado a estudiar la posibilidad de que el Gobierno de Madrid dé luz verde para sacar por la fuerza a quienes, como los últimos nueve refugiados, "no tienen características de personas que necesitan protección diplomática", en palabras del embajador español.

Un portavoz de la representación española dijo ayer, en relación con la posibilidad de que algunos de los refugiados sospechosos sean expulsados, que "la Embajada no tiene un cartel de reservado el derecho de admisión, pero de hecho es así". Esta misma fuente añadió que, por el momento, no se ha tomado ninguna decisión sobre los nueve refugiados sospechosos, pero que es "potestad de la Embajada decidir quién se queda y quién sé va y en qué condiciones".

Mientras se toman decisiones, el portavoz indicó que la crisis de los refugiados se encuentra actualmente en "un punto muerto negociador". El embajador español, que tenía previsto salir anoche del país, ha mantenido hasta ahora abierto el canal de diálogo con el primer viceministro de relaciones exteriores cubano, José Raúl Viera, con quien sostiene contacto permanente.

Oficialmente, las autoridades cubanas no han ofrecido todavía una salida distinta a la postura expresada ya por el presidente Fidel Castro, que consiste en dar garantías verbales de que no se tomarán represalias contra los huéspedes de la embajada si la abandonan por propia voluntad, pero que no aceptará negociaciones para su salida del país.

En los últimos días, los funcionarios cubanos han tratado de contener la escalada de declaraciones acusatorias contra España, a la espera, probablemente, de que Castro busque, según han comentado en privado fuentes cubanas, un entendimiento personal con el presidente del Gobierno español, Felipe González, a quien le unen lazos antiguos de amistad.

Lo que más molesta aquí, según las mismas fuentes cubanas, es el hecho de que España trate de internacionalizar el conflicto y buscar el respaldo de organismos europeos. La emisora anticastrista Radio Martí difundió ayer en la primera noticia de sus informativos las declaraciones del eurodiputado socialista Enrique Barón en las que anunciaba que el Parlamento Europeo apoya la posición española en este conflicto porque la crisis de las relaciones entre Madrid y La Habana "no es un tema bilateral".

Buena voluntad

Fuentes diplomáticas interpretaron como una prueba de buena voluntad por parte de las autoridades cubanas la disponibilidad a conceder rápidamente visados a los cinco miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que viajaron ayer a La Habana y a los periodistas españoles que han llegado a Cuba para cubrir los acontecimientos en la isla.

Cualquier evolución es todavía posible en este conflicto, y el Gobierno cubano ha mencionado en las últimas conversaciones su deseo de resolver esta crisis antes de la fiesta del aniversario del asalto al cuartel Moncada, que coincidirá con un esperadísimo discurso de Fidel Castro.

Los diplomáticos españoles dudan mucho que se pueda encontrar una solución con tanta rapidez y, por el contrario, temen todavía una entrada masiva de personas en la Embajada aprovechando el bullicio callejero con ocasión de los carnavales.

El riesgo más próximo es, sin embargo, el de un posible estallido de violencia en el interior de la Embajada española. Para prevenirlo, los geos han separado a los 18 refugiados en cuatro grupos.

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