"Los especialistas acabarán sabiendo todo de nada"
Uno de los nombres clave de la música brasileña de los últimos 25 años actúa hoy en Madrid
Desde que en 1964 participara en un espectáculo musical junto a sus amigos Caetano Veloso, María Bethánia y Gal Costa, la historia de Gilberto Gil ha estado siempre relacionada con actividades cuyo impacto trascendía lo meramente musical aunque asegura que lo que le impulsó a entrar en la política fue la irrupción de Gorbachov en el panorama internacional. "Cuando escuché sus primeras palabras me pareció que por fin llegaba alguien decidido a contarle al mundo que las cosas no son tan sencillas, tan maniqueas; que las cosas buenas y las malas están mezcladas en todos los lugares. Para mí, Gorbachov representa una toma de conciencia de los tiempos que van a venir".Nacido en Bahía el 26 de Junio de 1942, hijo de un médico y de una profesora, Gilberto Passos Gil Móreíra no pretende convertirse en un profesional de la política. "La política no puede significar un empobrecimiento de la persona. Hemos llegado a extremos difíciles debido a la especialización. Como decía el filósofo, los especialistas saben cada vez más sobre cada vez menos. Al final queda uno que lo sabe todo de nada".
Concejal
En la actualidad, Gilberto Gil es concejal de la ciudad de Salvador, en Bahía, cargo para el que resultó elegido con la cabalística cifra de 11. 111 votos, lo cual no deja de procurar una satisfacción especial a quien confiesa sin tapujos su inclinación por los saberes iniciáticos: "No hay casualidad sin causalidad", afirma. Desde entonces tiene responsabilidades directas en los asuntos ecológicos y culturales. "Soy el presidente de la comisión municipal de medio ambiente", dice Gil. "Formo parte del Partido Verde y soy consejero de la Fundación Mata Virgem, en la que también colabora Sting, y cuya tarea principal consiste en la delimitación de las tierras indígenas en Brasil. Mi tarea es la de establecer una red de comunicaciones. He estado en el Banco Mundial, en la Fundación Ford, en la Rockefeller y en el Instituto Smithsonian, que tienen proyectos de protección del medio ambiente. Para conseguir las inversiones necesarias hace falta que haya voluntad política por parte delos Gobiernos".A Gilberto Gil se le ha acusado en Brasil de tener abandonada la música por culpa de sus numerosas ocupaciones políticas, de no haber logrado compaginar actividades tan absorbentes. Lo desmiente con vehemencia. "Una y otra se interrelacionan. Eso sí, es el doble de trabajo. Pero yo ya estaba cansado de la rutina. Sobre todo de esa obligación sistemática de traducir todo lo que ves o sientes en una canción. En realidad estoy recuperando parte de mi libertad. ¡Cómo iba a abandonar la músical Al contrario, ahora es precisamente cuando más placer me da. Y todos los que asisten últimamente a mis conciertos pueden percibirlo".
Sobre el interés que las músicas de raíz africana despiertan en algunos de los artistas anglosajones más populares, Gilberto Gil afirma que no es ninguna novedad. "Me acuerdo, por, ejemplo, del batería Ginger Baker durante los años setenta. Lo que ha sucedido desde entonces es un impresionante desarrollo de las comunicaciones y que los propios africanos han conocido otras músicas -por ejemplo, la caribeña- en ciudades que han alcanzado un evidente cosmopolitismo como Kinshasa, Lagos o Dakar". En cuanto a la sinceridad de estas aproximaciones, "es difícil opinar. Como siempre, hay de todo. La postura de un David Byrne me gusta. Es generosa. Llega a Bahía, se queda allí dos meses, se pasea por las calles descalzo, habla con la gente y se lleva a Margareth Menezes de gira. Lo que hace Paul Simon me parece un poco más colonizador. No lo condeno, que quede claro, pero lo diferencio. Todo es más distante. Suelo decir que se asemeja a un safari cultural".
El cantautor bahiano, que ya ha compartido escenarios con Stevie Wonder, Jimmy Cliff o Peter Tosh, está encantado de cantar junto al músico de Zaire Ray Lema, como final de su gira europea y tras el cual le esperan 12 ciudades japonesas.
Babelia
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