Eduardo Mendoza destaca que la frivolidad ya es posible en la narrativa española
El escritor participa, con Vázquez Montalbán y Alvaro Pombo, en un curso en El Escorial
Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán y Álvaro Pombo son los tres escritores que participaron ayer en la primera jornada del curso 15 años de novela española, dirigido por el crítico Rafael Conte en El Escorial. Mendoza destacó de los autores jóvenes que "son más libres para hacer una literatura más frívola, más inútil, y esto es positivo porque yo considero la frivolidad como la posibilidad de arrojarse al vacío sin miedo a jueces severos". "Los escritores jóvenes", añadió, "pueden elegir ser trascendentales, frívolos o buscar un término medio. Esto ya es una gran posibilidad".
Mendoza contó que él mismo acaba de terminar un escrito "verdaderamente frívolo". "Lo publicaré en serie por capítulos, pero aún no he buscado el título. Lo he escrito porque es una lata hablar durante toda la vida en serio".El autor catalán opina que la literatura española está de moda, tal como está de moda España y Barcelona, "y no hay que restarle importancia a ello", asegura. Recordó que no es un lector minucioso de la nueva narrativa española: "Soy un mal lector como escritor que soy, pero me parece que la vitalidad de los nuevos es destacable".
El escritor Manuel Vázquez Montalbán no quiso nombrar a su escritor español preferido. "Todos tienen su singularidad y cada uno es un mundo distinto", dijo. "Me parece que ahora existe una veintena de escritores interesantes y que los lectores han perdido la desconfianza que le tenían a los escritores españoles".
Vázquez Montalbán se refirió durante su charla a su proceso desde la experimentación a la novela de género en clave irónica. Rehusó calificar Galíndez , su última novela, de literatura negra. "Yo pensaba que era fucsia. Una novela es buena o mala, pero no negra ni blanca ni tornasol", ironizó.
Retrato antológico
El crítico literario Rafael Conte, director de este curso, organizado dentro del programa de verano de la Universidad Complutense, explicó que no pretende ser antológico. "Es un retrato instantáneo de lo que está pasando precisamente ahora en la narrativa española; participan los ganadores de los últimos premios Nadal, Planeta y Nacional, y eso ya es representativo", explicó.Eduardo Mendoza aseguró que estaba harto de hablar de sí mismo y preparó para el curso un estudio acerca del género santoral, o sea, de la evolución que ha tenido la narración de vidas de santos. "La vida de los santos como género ha sido reemplazado, entre otras cosas, por el cine, pero se ha incorporado a la novela psicológica y puede volver a resurgir como género si resurgen las religiones", comentó el autor de La ciudad de los milagros.
Rafael Conte ha tenido dos motivos para enmarcar entre dos fechas la evolución de la narrativa española, según explicó: porque en 1975 comenzó la transición y porque 15 años marcan el comienzo y el fin de una generación. Pero matizó: "Creo que hablar de generaciones sirve de poco. Cuando un autor se distingue es por su diferencia y no por su pertenencia a una generación".
Conte destaca además en la literatura actual un empleo mayor y más libre del humor, una utilización de géneros tan variados como la novela negra, histórica, femenina y de periodistas y una vuelta a los estudios de relaciones personales, privadas, íntimas, sexuales. "Las grandes- aventuras ya no existen; lo que hay son aventuras menores, de ladrones, policías y espías".
Para Conte, el mayor peligro que se cierne sobre la literatura española actual es la desaparición de las vanguardias. "La vanguardia es la que asegura el futuro, la que abre caminos nuevos, la que permite que el arte descubra cosas. Pero ahora es el mercado el que manda". Y añade: "Esto es culpa de los escritores que se doblegan, pero ninguno de ellos está en este curso".
Censores
El escritor Álvaro Pombo, bromista -y vociferante durante su exposición, dice que existe una nueva relación entre los escritores de novelas y la realidad, aunque ello no ocurra en otras artes. Dijo que de joven era poeta y guapo, pero abandonó lo de poeta por incapacidad mental."No poseo la facultad de condensación", y clamó contra los censores actuales. "Durante Franco sufrimos la censura y ahora la seguimos viviendo. Estamos sufriendo una censura de porteros".
Participarán en el curso hasta el día viernes diez jóvenes narradores, tres críticos, un escritor clásico español, un novelista del exilio y dos de la transición. Entre ellos figuran, además de los ya citados, Javier García Sánchez, Luis Landero, Gonzalo Torrente Ballester, Soledad Puértolas, Juan José Millas, Alejandro Gándara y Javier Tomeo. Éste último, junto al crítico Santos Sanz Villanueva, participan en la jornada de hoy. El curso incluirá también el último día, una mesa redonda sobre narrativa portuguesa con los escritores Cardoso Pires y Perfecto Cuadrado.
Babelia
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