Unos 700 enfermos del hospital Virgen del Rocío perdieron la visión por falta de atención a tiempo
Unos 700 enfermos de retinopatía diabética, de los casi 1.500 que pasaron en 1989 por el hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, han "perdido prácticamente la visión" por no haber sido atendidos a tiempo y por "falta de recursos humanos y materiales" según señalan Andrés de Vicente y José Manuel Aznárez, responsables del servicio de oftalmología de este hospital. Aznárez, jefe de sección de oftalmología, dispone de datos que confirman que en los últimos años, en su hospital, "más de la mitad de los afectados de retinopatía diabética" que demandaron tratamiento médico apenas si ven hoy.
"No se puede decir que estén totalmente ciegos, porque siempre ven algo de luz", matiza Aznárez. Y añade: "El problema no se debe a negligencia profesional, sino a la falta de recursos materiales y humanos que sufre el servicio, que cuenta con una plantilla de sólo 13 facultativos", lamenta Aznárez, quien asegura que la ceguera de estos enfermos se podría haber evitado si hubieran sido atendidos a tiempo.Según este especialista y jefe de sección, la lista de espera de afectados de retinopatía diabética, afección que se produce por un exceso de glucosa en la sangre que deteriora la retina, se compone de unos 6.000 enfermos. La demora asistencial que sufre el servicio de Oftalmología de este hospital, debe, además de a su voluminosa lista de espera, a la "carencia de infraestructura". "Gran parte de los pacientes que acuden a oftalmología tienen que esperar de pie durante horas en los pasillos antes de que se les pueda atender", agrega.
"La retinopatía diabética", argumenta Aznárez, "se puede atajar si el paciente es sometido a tratamiento dentro de al menos los 15 días siguientes a la aparición de la enfermedad, cosa que por el momento nos resulta imposible debido a la saturación de enfermos que tenemos". Según Aznárez, "antes de que podamos empezar a explorar a un enfermo de éstos, como mínimo pasan siete meses, y hasta que el paciente es tratado -con rayos láser pasan otros "tres o cuatro meses más".
"El servicio dispone de un único aparato de rayos láser, el cual, además, está sobrecargado, pues funciona durante toda la mañana y por él pasan un mínimo de seis enfermos al día, por lo que su vida creemos que va a ser corta". A juicio del doctor Aznárez, algunos de los enfermos de retinopatía diabética, cuando llegan a la consulta, tienen ya una visión muy deficiente y resulta Imposible curarlos", hecho que supone "un auténtico drama". El tratamiento mediante rayos láser ataja la enfermedad, "porque crea una barrera de protección que defiende la retina de los efectos de la glucosa", revela este oftalmólogo.
Lista de espera en cataratas
Por otra parte, la lista de espera de los enfermos de cataratas (opacidad de la lente ocular) del hospital Virgen del Rocío todavía es aún más voluminosa que la de retinopatía diabética, hasta el punto de que los pacientes se están viendo abocados a esperar casi dos años para ser intervenidos quirúrgicamente.El jefe del servicio de Oftalmología del hospital Virgen del Rocío, Andrés de Vicente, lamenta que su servicio sólo disponga de un quirófano al día, y augura que la lista de espera "se va a incrementar aún más durante estas vacaciones" por la ausencia de personal. "Nos duele la boca de plantear nuestras carencias, pero todavía seguimos sin material de repuesto por si hay alguna avería". "El pasado mes de mayo no pudimos hacer ninguna operación, ya que se estropeó el microscopio, el único que tenemos en el hospital", agrega De Vicente. "Llevamos años pidiendo un microscopio de repuesto".
De Vicente calcula que en Sevilla hay entre 15.000 y 20.000 enfermos de cataratas, cuya única solución médica es la intervención quirúrgica. "Mientras no se operan, los enfermos de catatatas, por ejemplo, están casi ciegos, y todo por falta de medios". De Vicente asegura que el número de pacientes con cataratas progresa de forma alarmante no sólo en Sevilla, sino a nivel nacional.
Los doctores De Vicente y Aznárez comparten que la falta de espacio físico en el centro de diagnóstico del hospital, en donde se localizan las consultas externas de oftalmología, es otro de los problemas añadidos que sufren los pacientes. Asimismo lamentan que sólo dispongan de un aparato de rayos láser en un hospital, dicen, que es el más grande de Sevilla y cuya capacidad, 1.500 camas, es comparable a la del hospital madrileño Ramón y Cajal. "El láser está superutilizado los 240 días útiles del año, y no puede dar más de sí", señala Aznárez, quien teme que un día se averíe, hecho que vendría a aumentar la lista de espera en pacientes, los de retinopatía diabética, cuya vista "depende de un tratamiento rápido".
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