Los donativos a la Iglesia católica desgravarán impuestos
El llamado impuesto religioso para la Iglesia católica se incrementará a partir de este año, en el que también los fieles que hagan donativos para esta confesión podrán acogerse a deducciones fiscales al realizar la declaración de la renta. Dentro de unas semanas el episcopado y el Gobierno iniciarán conversaciones para incrementar, según lo fijado en los acuerdos suscritos entre el Estado español y la Santa Sede, el porcentaje de la citada asignación tributaría, actualmente un 0,52% de la cuota íntegra del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).Luis María de Zavala, director general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, manifestó a este diario su parecer favorable a que los católicos puedan acojerse, al igual que protestantes y judíos, a las desgravaciones por donativos, "ya que esto contribuye a acelerar el compromiso de la autofinanciación de la Iglesia, reiterada en distintas ocasiones por el presidente del episcopado, cardenal Ángel Suquía".
Estas desgravaciones -no contempladas en acuerdos Iglesia-Estado- se verán económicamente complementadas por el impuesto religioso, cuyo porcentaje ha mantenido congelado el Gobierno por espacio de tres años.
Donación presupuestaria
La Conferencia Episcopal espa ñola, a través del cardenal Suquía, ha reiterado que el Ejecutivo socialista actuaba de modo unilateral. Medios eclesiásticos consideraban esta decisión gubernamental como un castigo a la Iglesia por la tensión entre ambas instituciones. Sin embargo, esta situación tendrá a partir de este año una solución definitiva. Para el ejercicio fiscal de 1990, Iglesia y Administración deben fijar el porcentaje definitivo -que ya no debe sufrir ninguna modificación- de la asignación tributaría, en cumplimiento de los acuerdos.Según los datos conocidos el pasado mes de junio, un 39% de las declaraciones del IRPF realizadas en 1989 destinaron la asignación tributaría a la Iglesia. Ello supone que la confesión católica percibirá 6.673 millones por este vía, que el Estado completará con 8.000 millones más para completar lo que la Iglesia recibía antes de la entrada en vigor del impuesto religioso, como dotación presupuestaria directa.
La asignación tributaría podría llegar a alrededor de un 1% de la cuota íntegra del IRPF, con lo que el 0,52% actual deberá prácticamente doblarse para que la Administración no deba sostener a la Iglesia por vía directa.
Protestantes y judíos
Sin embargo, también este año el Libro blanco de la reforma fiscal, elaborado por el Ministerio de Economía y Hacienda, prevé la entrada en vigor de deducciones por donativos -suprimidas en 1985- y a lo que, de acuerdo con el redactado podrán acogerse protestantes y judíos, pero también católicos.El mencionado documento critica a protestantes y judíos, que han renunciado al impuesto religioso, aunque no margina a la Iglesia católica, ya que se refiere a "las confesiones religiosas con acuerdos con el Estado español", entre las que se encuentra la católica.
