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FERIA DE SAN FERMÍN

"¡Es-parta-co!"

"¡Es-parta-co!", coreaban los mozos de las peñas en cuanto el mencionado -Espartaco- se abrió de capa. No: antes; en cuanto se hizo presente. Quiere decirse que saltó a la arena el toro, de 613 kilos, se dio una cerrerita por el redondel pegando tumbaítos, apareció Espartaco por la boca del burladero, y ya estaban los mozos de las peñas con lo de "¡Es-parta-co!".Era un gran coro. Más que un coro era un orfeón y los mozos de las peñas ponían tanto entusiasmo como admiración y cariño para corear el nombre del torero que les mola. También ponían musicalidad. Los navarros tienen el don de la musicalidad y cuando cantan todos son gayarres. El "¡Es-parta-co!" no lo coreaban de cualquier manera, naturalmente. Había que hacer una pausa después del Es, otra tras el ta, y la última parte gritarla con cantinela. Para más detalles, programas de mano.

Sepúlveda / Domínguez, Espartaco, Lozano

Toros de Sepúlveda, bien presentados, inválidos, manejables; encastado y noble el 3º. Roberto Domínguez: dos pinchazos, rueda de peones, pinchazo y se acuesta el toro (silencio); tres pinchazos, estocada trasera atravesada, rueda de peones y descabello (aplausos y saludos). Espartaco: estocada baja (dos orejas y clamorosa vuelta al ruedo); pinchazo bajo y media (ovación y también pitos cuando sale a saludar); salió a hombros por la puerta grande. Fernando Lozano: bajonazo (vuelta); bajonazo (vuelta).La corrida empezó con media hora de retraso pues cayó un fuerte aguacero y hubo que acondicionar el ruedo. Plaza de Pamplona, 13 de julio. Octava corrida de feria. Lleno de "no hay billetes".

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Un encierro tranquilo

Los mozos de las peñas la tienen tomada con Espartaco, en el buen sentido, igual que la tienen tomada con "¡For-midable!", banderillero que responde por el mencionado apodo, pero no es un favoritismo caprichoso. Sencillamente, Espartaco les ofrece, desde el ruedo, cuanto quieren ver y aún más que cuanto hubieran podido soñar. Los mozos de las peñas, en Pamplona, y demás públicos en las restantes plazas, quieren ver toreros trabajadores a destajo (los llaman profesionales), animosos, bullidores, valientes o al menos que lo parezca. Eso quieren ver. Y si además -caso de Espartaco ayer y tantas veces- se ponen de rodillas, giran pausadamente ante la cara del toro, se quedan un ratito de espaldas, sonrientes y no vuelven a pgrierse en pie hasta la consumación del pase, eso, ni lo habrían soñado siquiera.

Entre col y col... Bueno,entre rodillazos y circulares, Espartaco ensayaba lo que conmucha generosidad podría llamarse toreo serio y le salía un churro, pues si citaba exageradamente fuera de cacho, medio se tumbaba para mostrarle al toro el trapo en el pitón contrario, embarcaba con el pico descargando la suerte y restante mecánica espartaquista, el toreo no podía producirse ni de milagro. Ahora bien, a los mozos de las peñas y a la mayoría del público pamplonés les traía, absolutamente sin cuidado. Nadie echó de menos lo de parar-templar-mandar. Probablemente, si se preguntara por el tendido qué es parar, templar y mandar, casi todo el mundo contestaría: la gallina.

La primera faena de Espartaco, a un toro inválido, cumplió cuantas prescripciones quedan apuntadas y resultó clamorosa. La segunda, a un toro medio moribundo y aplomado, sólo tesonera.

Espartaco revalorizó ayer su cartel en Pamplona y quedó muy por encima de sus compañeros de terna. No era para menos: sus compañeros de terna estuvieron flojitos. Roberto Domínguez, mucha prosopopeya, demasiado ringorango con dos borregos inválidos, les pegó mil derechazos y fue incapaz de ligar ninguno.

A Fernando Lozano, con un tercer toro encastado, le costaba interpretar el toreo, dado que no cogía ese ritmo de cintura necesario para profundizar las suertes y los pases le salían desacompasados. El sexto tuvo menor lucimiento. La gente estuvo amable con él y también Espartaco, que le invitó a acompañarle en la vuelta al ruedo a hombros. Sin embargo sólo Espartaco salió triunfante por la puerta grande. Y al grito de "¡Es-parta-co!, Es-partaco!", faltaría más.

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