Gorbachov, invitado especial

F. M. / I. C.El apoyo al líder soviético, Mijaíl Gorbachov, es la principal señal política de la cumbre y la confirmación de que la OTAN está abierta al Este. Los aliados aceptan mayoritariamente la propuesta del presidente norteamericano de Invitar a Gorbachov a expresarse ante el Consejo Atlántico", el órgano de dirección política de la OTAN. La única discrepancia ayer era la conveniencia de incluir o no este punto en el comunicado final. Los aliados probablemente extenderán esta invitación a todos los líderes de los países miembros del Pacto de Varsovia.

La invitación será transmitida por el secretario general de la Alianza Atlántica, Manfred Woerner, quien viajará a Moscú este mes. La visita responde a la invitación que le hizo en diciembre de 1989 el titular de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, el primer ministro del Pacto de Varsovia que fue recibido en la sede de la OTAN en Bruselas.

La fecha en que le será entregado el mensaje aún no está concretada para permitir a los soviéticos no mezclar esta señal de apoyo con el congreso del partido comunista y a la vez no alejarla demasiado de su debate político interno. El comunicado final de la cumbre hará hoy una referencia a la cooperación económica con la URSS, solicitada ayer de nuevo por el canciller de la RFA, Helmut Kohl.

La invitación a Gorbachov constituye un símbolo y su mensaje a la OTAN podría producirse coincidiendo "con el Consejo Atlántico de diciembre o con una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN antes de la reunión de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), que se celebrará el 19 de noviembre en París", según fuentes de la Alianza.

Algunas delegaciones apuntaban la conveniencia de que el líder soviético compareciera ante una cumbre especial de la OTAN, que sería convocada inmediatamente después de la CSCE. El problema es que las reuniones de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza no están institucionalizadas en el Tratado de Washington.