Economía asegura que los beneficios en el sector servicios son los responsables de la inflación actual

La principal presión sobre los precios vendrá este año del aumento de los márgenes de beneficio en el sector servicios, que es el que está registrando subidas más fuertes de sus precios y mayores pérdidas de competitividad, según manifestó ayer Pedro Pérez, secretario de Estado de Economía. El aumento de los salarios no se va a trasladar a la inflación ni va a reducir el ritmo de creación de empleo durante este ejercicio. La contención de la inflación y del déficit muestran, según las mismas previsiones, que la economía española se está desacelerando; el problema es que el enfriamiento está afectando más a la inversión que al consumo.

El secretario de Estado de Economía aseguró ayer en la presentación del informe de coyuntura del segundo trimestre, que "sin servicios tendríamos una inflación del 4,5% en lugar del 6% con el que esperamos acabar el año". El comportamiento de este sector está afectando negativamente al déficit exterior además de a la inflación.Pedro Pérez reconoció que "el crecimiento de los precios en hostelería y turismo sólo puede encontrar justificación en el aumento de los márgenes de beneficios ya que los salarios están creciendo a la media de la economía". La pérdida de competitividad de este sector es también responsable del deterioro de la balanza de servicios. Economía espera que los ingresos reales por turismo caigan este año un 3%. A este crecimiento negativo de los ingresos se unirá el aumento de las salidas de españoles al extranjero, que elevará las importaciones de servicios en un 20%.

A pesar del mal comportamiento de la balanza de servicios, Economía confía que se frene el deterioro del déficit exterior. Según las últimas estimaciones este déficit terminará el año en el 3,2% del producto interior bruto, frente al 3,6% que se esperaba en el momento de elaborar los presupuestos. El déficit exterior fue el año pasado del 2,9% del PIB.

El freno al ritmo de deterioro del déficit exterior y la estabilización de los precios en el entorno del 6% son los dos indicadores que demuestran, según aseguró ayer Pedro Pérez, que la economía se está enfriando.

El dato negativo de este enfriamiento, añadió, es que está afectando más a la inversión que al consumo. El consumo crecerá este año un 4,2%, cuando a principios de año el Gobierno esperaba reducirlo hasta el 3,8%, mientras que la inversión quedará en el 9%, frente a tina previsión inicial del 9,8%. Dentro de la inversión, además, la mayor desaceleración se va a producir en la inversión en bienes de equipo, mientras que la construcción mantendrá su fuerte ritmo de expansión. El año pasado consumo e inversión aumentaron un 5,2% y un 13,6%, respectivamente.

La fortaleza en el crecimiento del consumo está respaldada, según el secretario de Estado, por el fuerte aumento salarial que se ha pactado este año, que por término medio ha sido del 8,2%, por las devoluciones retrasadas del impuesto sobre la renta, y por las revisiones salariales de principios del ejercicio en los convenios con cláusula de revisión por la inflación.

Salarios y empleo

El aumento salarial no se traducirá en una mayor inflación ni en un menor crecimiento del empleo durante este año, ya que sus efectos se notarán en los próximos ejercicios, según afirmó Pedro Pérez. Para este año, Economía espera que se creen 350.000 nuevos empleos, lo que permitirá reducir la tasa de paro por debajo del 16%.El crecimiento de los salarios de este ejercicio reducirá, según Economía, el ahorro de las empresas, medido por su capacidad de autofinanciación. El problema es que esta reducción en la autofinanciación frenará aún más el ritmo de crecimiento de la inversión y del empleo. Además, el encarecimiento del trabajo animará a los empresarios a realizar inversiones intensivas en capital, lo que también afectará al empleo.

El responsable de Economía insistió en la necesidad de que los salarios no absorban todas las ganancias de productividad para mantener o mejorar la competitividad del sector industrial, que ya ahora es más competitivo en precios que la media de comunitaria y que es el responsable del 8% de aumento previsto para las exportaciones en 1990. Este tirón exportador permitirá aumentar la cuota de mercado de España en el comercio mundial.