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La rebuscada historia del original de 'El manuscrito encontrado en Zaragoza'

Aparece en España la edición íntegra de la novela de Jan Potocki

La primera edición íntegra en castellano de El manuscrito encontrado en Zaragoza, del polaco Jan Potocki (1761-1815), acaba de aparecer en España. La editorial Palas Atenea ha publicado la novela un año después de que su aparición en Francia se convirtiera en uno de los acontecimientos literarios de la temporada. La nueva edición amplía en dos tercios el texto conocido hasta ahora de esta original y complicada novela, que aumenta a 66 jornadas las 14 de la edición anterior (aparecida a principios de los setenta en Alianza en castellano, y en Laertes en catalán).

El historiador suizo René Radrizzani ha tardado 15 años en rastrear por diversos archivos europeos los 17 manuscritos existentes de la novela (escrita originalmente en francés) hasta dar con el texto definitivo, que es el que ahora se presenta.La traducción española es de Amalia Álvarez y Francisco Javier Muñoz, y cuenta con un prólogo de Federico Arbós, profesor de Lengua y Literatura Árabes en la Universidad Complutense. "La nueva edición", explica Arbós, "supone un gran cambio repecto a la anterior, tanto cuantitativa como cuantitativamente. En la edición que se conocía en España, había tan sólo 14 jornadas, mientras que ahora hay 66".

A la luz de la nueva edición, El manuscrito encontrado en Zaragoza cambia radicalmente. "Según el texto de la anterior edición, estábamos ante una obra prerromántica, ante un clásico del cuento fantástico, y como tal lo estudió Todorov", opina Arbós, "mientras que ahora el libro se hace más denso, más dieciochesco".

Federico Arbós, ante el nuevo texto, no duda en afirmar: "Estamos ante un libro fundamental de la Ilustración en el que se engarzan diversas narraciones sobre ideas características del siglo XVIII".

La historia del personaje central de EL manuscrito..., el soldado Alfonso van Worden, aparece envuelta por las historias de otros personajes que se entrecruzan a la manera de las cajas chinas. Las distintas historias las califica Arbó como "un enorme catálogo del género narrativo". Aparecen relatos fantásticos, cuentos libertinos al estilo de Laclos, cuentos orientales, historias amorosas, etcétera.

El hilo conductor es similar a la estructura del Decamerón o la de Las mil y una noches. El "orientalismo activo" es, según Arbós, básico en Potocki, que antes de El manuscrito... había escrito Viaje a Turquía y a Egipto y Viaje a Marruecos.

La biografía de Jan Potocki -"un ilustrado a carta cabal", según Arbós- nos habla de un conde polaco de educación e ideas francesas que estuvo al servicio del zar y de Guillermo de Prusia y que empezó a escribir El manuscrito... en 1797. El título ya remite a los trucos que exhibirá Potocki en la novela, ya que el manuscrito a que hace referencia es un documento guardado en una arqueta en 1765, descubierto en 1809 y traducido al francés por un soldado napoleónico.

Potocki tardó seis años en escribir las 10 primeras jornadas. Tras esta primera parte, se embarcó en una expedición a Asia y regresó a San Petersburgo en 1806. Volvió entonces al texto y, en 1812, se recluyó en su castillo de Polonia.

Las 10 últimas jornadas las escribió bajo una fuerte depresión. Finalmente, en 1815 se suicidó con una bala que él mismo había pulido pacientemente a partir de la bola de plata que coronaba su tetera.

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