Robo de un cuadro de Tiépolo en Venecia

El robo del famosísimo cuadro de Tiépolo El martirio de san Bartolomé, que podía admirarse en la iglesia veneciana de San Stae, ha puesto de nuevo dramáticamente sobre el tapete el problema de la carencia en Italia de una verdadera defensa de las obras de arte. El robo se realizó, probablemente, en la noche del jueves pasado.En Venecia, como en tantas otras ciudades ricas en joyas artísticas únicas en el mundo, las obras de arte, sobre todo las que se hallan en las iglesias, o carecen de un sistema de alarma moderno o no funcionan, como en el caso del tiépolo robado. En efecto, en la iglesia de San Stae existe un sistema de alarma, pero, según han indicado los frailes, lo habían desenchufado porque "cuando sonaba molestaba a los vecinos, que se quejaban".Según la policía, los ladrones -que con toda probabilidad han actuado pagados por algún coleccionista privado- entraron, con guantes de naiIon, por una ventana detrás del ábside, a la que llegaron encaramándose a través de unas tuberías de agua de un edificio construido al lado del templo. Se deslizaron hasta el altar mayor con una escala de cuerdas, descolgaron el cuadro, que mide 165 centímetros, lo apoyaron en tierra, lo recortaron y salieron por el mismo lugar por el que habían entrado. Y según la policía, "no han dejado huella alguna".

A la mañana siguiente, ni siquiera el guardián que está siempre presente de día se había dado cuenta de que faltaba el preciosísimo tiépolo.

La responsable de los bienes artísticos y culturales de Venecia por parte del Estado, Giovanna Neppi Sciré, ha hecho acusaciones muy duras al Estado, que deja, según sus afirmaciones, completamente abandonadas las obras de arte, al faltar personal para custodiarlas, medios para protegerlas con sistemas de alarma modernos, mientras abunda una burocracia increíble que impide a los responsables actuar, ya que para mover un dedo es necesario que intervenga una docena de organismos e instituciones públicas.