Se estrena "¡Plaff!", comedia crítica sobre la Cuba de hoy

La presentación en Madrid de la película ¡Plaff! del cubano Juan Carlos Tabío, permite asomarse a los intentos aperturistas de una cinematografía que siempre ha sido reflejo de las directrices oficiales. Realizada en 1988, ¡Plaff! supone un claro síntoma de que la sociedad cubana reclama decididamente la entrada de una equivoca flexibilidad en la vida cotidiana y, por tanto, en el cine. ¡Plaff! se presenta hoy a las doce de la mañana en el cine Madrid, en sesion organizada por la Confederación Española de Cineclubs, que la proyectará posteriormente en su circulto. Por tanto, no tendrá distribución comercial en España.Para empezar, ¡Plaff! es una comedia rara avis en la tónica general de la producción cubana desde los inicios del régimen castrista.

Juan Carlos Tabío, autor de una buena serie de documentales, ya realizó en 1983 una opera prima de ficción indicativa de que los jóvenes cineastas cubanos querían fruncir menos el ceño. Se permuta.

Tabío estaba integrado en un equipo que tenia claras las ideas

democratizadoras y que no carece de apoyos en las instancias rectoras de la cinematografía cubana, en especial las bendiciones de vacas sagradas como Tomas Giltierrez Alea, el popular Titón, autor de Memorias del subdesarrollo, rodado en los primeros tiempos de la Revolución y quizá el film cubano menos infectado de dirigismo Gutierrez Alea supervisaba el trabajo del equipo en que figuraba Tabio.

Además de una acogida triunfal en la Habana, ¡Plaff! ha obtenido galardones prestigiosos en el Festival Iberoamericano de Huelva y en el Festival Latino de Nueva York. El gracejo de los diálogos y la ironia de las situaciones no es ajeno a ese éxito. Pero logicamente es en Cuba donde el impacto de ¡Plaff! fue mas notable y provocó colas y discusiones por doquier.

Se trata de una película coral, en cuya trama se mezclan multitud de personajes, aunque la historia principal es la de una mujer madura, vieja y ortodoxa militante, que no se adapta a que los jóvenes de la familia quieran vivir de modo diferente a lo que hasta la fecha ha sido la tónica del país.