Sospechas de que hay varios casos de intoxicacion por comumo de hígado de ternera

La Dirección General de Salud Alimentaria y Protección al Consumidor del Ministerio de Sanidad y Consumo tiene sospechas de que en los últimos días es posible que se hayan registrado en Madrid algunos casos de intoxicaciones de personas por ingerir hígado de ternera portador de un agente tóxico sin identificar. Los investigadores creen que el origen puede estar en la alimentación de los terneros. Entre el 27 de marzo y el 4 de abril, una intoxicación similar afectó a 42 personas, en algunos casos familias enteras, de Asturias, León y Palencia.

Fuentes de la Dirección General de Salud Alimentaria han afirmado a este periódico que, por el momento, la aparición de los casos en Madrid parece que ha sido una falsa alarma y que, pese a que hay sospechas, no existen datos para confirmar las intoxicaciones. Los afectados por esta intoxicación tienen unos síntomas que desaparecen a las 48 horas de haber ingerido el alimento, lo que hace diricil un seguimiento directo de los casos.A pesar de ello se han celebrado estos días varias reuniones entre representantes del Ministerio de Sanidad, de la Comunidad de Madrid y de otros departamentos relacionados con el consumo. Dichos representantes han asegurado que se mantendrán alerta en los próximos días ante posibles envenenamientos.

La alimentación de los terneros

En el Ministerio de Sanidad y Consumo hay esperanzas de conseguir averiguar de inmediato cuál es el agente tóxico causante de las intoxicaciones. Dicho agente aún no ha podido ser descubierto en las muestras de hígado de ternera, algunas incluso ya cocinadas, remitidas desde Asturias, León y Palencia al Centro Nacional de Alimentación y Nutrición de Majadohonda y al Instituto Nacional de Toxicología del Ministerio de Justicia en Madrid.Las investigaciones se están llevando a cabo con una vigilancia estrecha del ganado y de su alimentación en una zona concreta cuya situación geográfica no se ha dado a conocer para evitar poner en guardias a los ganaderos.

Dadas estas medidas, adquiere fuerza la hipótesis de que el tóxico puede ser algún producto ingerido por los terneros que deja residuos en el hígado de los animales, ya que se han ido descartando otras causas, como las bacterianas.

Según la asociación de consumidores Lancia, de León, que analizó los casos producidos a finales del mes de marzo en esta provincia, una hora después de ingerir el hígado los afectados comenzaron con vómitos, seguidos de temblores en las extremidades, taquicardias muy fuertes y dolores como agujetas en los músculos de las extremidades y de la cara.