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El Museo de Bellas Artes de Sevilla abre sus puertas tras permanecer cerrado tres años

La restauración del edificio acabará en 1992 y costará 1.000 millones de pesetas

Margot Molina

El Museo de Bellas Artes de Sevilla abrió ayer sus puertas después de permanecer cerrado al público durante casi tres años por problemas de cimentación del edificio, el antiguo convento de las Mercedes Calzadas.La reapertura, que estuvo presidida por el ministro de Cultura, Jorge Semprún, afecta sólo a la iglesia, la sala de la academia y el claustro grande. Finalizada la primera fase de restauración, la monumental Inmaculada de Murillo ocupa el lugar de honor de la iglesia, en la que se han colgado unos 100 lienzos, entre los que se halla lo más representativo del barroco español.

Las obras, que dirige el arquitecto Javier Feduchi, y que estarán terminadas en 1992 le costarán al Ministerio de Cultura (titular del museo) y a la Junta de Andalucía un total de 1.000 millones de pesetas.El centenar de lienzos que han quedado hoy expuestos, entre los que se encuentran obras de Zurbarán, Alonso Cano, Roelas y Juan del Castillo, de quién se exhiben los cuadros del antiguo retablo de Montesión, constituyen los fondos más representativos del caracter del museo de Bellas de Sevilla, una institución que alberga cuadros relacionados con la ciudad desde el siglo XV al XIX.

En el claustro grande, cuyos azulejos no están aún restaurados, se ofrece una exposición en la que, por medio de reproducciones fotográficas de lo cuadros y planos, se recorre la historia del edificio y de la restauración de sus pinturas, parte de las cuales se han realizado en el Museo del Prado.

El museo, creado por real decreto en 1835 para albergar las lienzos procedentes de la desamortización de Mendizábal, ha sufrido tres grandes intervenciones en cuanto a su estructura arquitectónica. En la última, en 1976, se realizaron unas obras de canalización" para instalar el aire acondicionado lo que provocó la inclinación de los muros a consecuencia de las zanjas que se abrieron en unos cimientos que, dadas las características del terrero, eran muy frágiles. La supresión de los tejados para sustituirlos por terrazas, que se realizó en 1975, afectó también a la impermeabilidad del edificio y a las pinturas que se exhibían en la primera planta.

El proyecto actual, cuya segunda fase estará terminada antes de finales de este año, le devolverá al edificio sus inicia les características conventuales, perdidas en las sucesivas reformas. El plan director del museo puede sufrir aún algunas modificaciones, según afirmó ayer el director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Jaime Brihuega. El resultado final será una pinacoteca centrada en las figuras de Velázquez, Zurbarán, Murillo y Valdés Leal que contará con unas 20 salas, más de las que había antes de la re modelación, y ofrecerá los servicios propios de un museo moderno. El centro albergará también obras de Herrera el Viejo, Pacheco y Rivera.

Críticas

Desde que la Consejería de Cultura decidió, en febrero de 1987, cerrar el museo tras el informe arquitectónico que presentó Javier Feduchi, la gestión del mismo ha sido objeto de duras críticas, especialmente cuando el Museo del Prado retiró algunos de los cuadros que había cedido en depósito.Unos 60 lienzos "de segundo orden", en palabras del director del museo, Arsenio Moreno, fueron devueltos a Madrid en noviembre de 1989. "Cuando hayamos decidido cuál será el nuevo plan director nos replantearemos un convenio de intercambio con el Prado y volverán a Sevilla algunos de esos lienzos, pero sólo los que sean representativos para el museo" manifestó Moreno.

Los fondos del Bellas Artes de Sevilla, que durante unos 15 años ha permanecido parcialmente cerrado, proceden de las desamortizaciones de bienes eclesiásticos que se produjeron en 1809, 1835 y 1868 (un tercio del total de las obras); de las donaciones particulares, que enriquecieron la presencia de autores del siglo XIX, y de las adquisiciones que ha realizado las administraciones central y autonómica. Paralelamente a la restauración del edificio y de los cuadros, se ha acometido la de las pinturas murales del siglo XVIII que decoran los muros de la antigua iglesia y la sala de honor, obra de Domingo Martínez.

Durante el acto de inauguración, al que estaba previsto que asistiera la reina Sofía, quién finalmente acompañó ayer al Rey en su visita a la isla de La Cartuja, el Consejero de Cultura, Javier Torres Vela, anunció que el inventario de las obras del Museo de Bellas Artes de Sevilla se publicará la semana próxima.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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