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Anatoli Vassiliev: "Rusia es una enorme fosa que se traga ambiciones"

El director teatral soviético recibe en la ciudad italiana de Taormina el Premio Europa

"Rusia es una enorme fosa -el subsuelo, como la llamó Gorki- que se traga esfuerzos y ambiciones, donde, para un artista como yo, se hace cada vez más difícil poder trabajar, no ya en óptimas, sino en normales condiciones", afirmó ayer en Taormina el director soviético Anatoli Vassiliev, quien se halla en la localidad siciliana para recoger, en un acto celebrado anoche, el Premio Europa "a las nuevas realidades teatrales europeas", que este año se concede por primera vez.

El premio, dotado con 17.000 ecus (2.175.000 pesetas) y patrocinado por la CE, le ha sido concedido al soviético por un jurado internacional que ha querido premiar la labor realizada por Vassiliev al frente de su compañía, la Escuela de Arte Dramático de Moscú, así como su labor pedagógica. En cuanto al Premio Europa destinado a reconocer toda una vida dedicada al teatro -concretamente, al desarrollo de las relaciones entre los teatros europeos-, el jurado ha decidido otorgarlo a Giorgio Strehler, fundador, junto con Paolo Grassi, del Piccolo Teatro de Milán; impulsor con el presidente francés, François Mitterrand, del Teatro de Europa y actual presidente de la Unión de Teatros Europeos.Anatolij Vassiliev se ha mostrado reacio a hacer extensivos al mundo artístico, y concretamente al teatral, los posibles beneficios que se desprenden de la perestroika. "En Rusia", ha dicho el director, "transcurren dos ríos: en el primero, el de la política, siempre ocurre algo; en el segundo, el de la vida del común de los mortales, todo sigue igual o peor. Dichos ríos se hallan muy lejos el uno del otro, y del segundo apenas se habla".

Vassiliev, cuyo nombre saltó a la fama hace tres años, a raíz de la presentación en Italia y Francia de sus montajes de El aro, de Slavkin, y Seis personajes en busca de autor, de Pirandello (que pudo verse en España), al frente de su compañía, ha sido acogido en Taormina como el enfant terrible -a pesar de sus 48 años- del teatro soviético; como el digno sucesor del Llubimov de la Taganka, con quien Vassillev colaboró en sus inicios. El propio Vassiliev habló ayer en Taormina sobre la improvisación "que hoy constituye", dijo, "la piedra angular de mi trabajo con los actores, después de un primer período absolutista de una gran rigidez y respeto con el texto".

La luz

Vassiliev encandiló a los italianos al deshacerse en elogios sobre la luz de Taormina; sobre el cine neorrealista: Rossellini, De Sica, Visconti..., a quienes dice adorar, y sobre Pirandello, el "mago siciliano", en cuya obra "la vida se confunde con el arte, reflejándose, perdiéndose en innumerables espejos".El director, que se confesó un personaje solitario, escandalizado por las colas que se forman ante el MacDonalds moscovita -"el verdadero teatro de Moscú", dijo; "el teatro de la hamburguesa"-, habló de los problemas que encuentra entre las autoridades de la capital soviética para hallar un nuevo local donde poder trabajar dignamente.

La dirección del Festival barcelonés Grec 90 aplazó la anunciada representación de Esta noche improvisamos, de Luigi Pirandello, anunciada para el mes que viene, a la vista de las pretensiones del director de que el teatro donde actuaran fuese la réplica de otro que le encandiló en Italia.

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