La reunión de ministros de Exteriores de la CE concluye sin acuerdos
, La construcción política de Europa promete ser un proceso largo y tedioso, lejos de los sueños de los padres fundadores de la CE. Los ministros de Exteriores de la Comunidad Europea, reunidos durante el fin de semana en Irlanda, discutieron una amplia agenda de temas sin llegar a ningún acuerdo. "Sólo estamos al principio de un proceso", repitió ayer varias veces el ministro de Exteriores irlandés, Gerry Collins, quien dijo que aún "no hay acuerdo ni sobre cómo llegar a acuerdos en política exterior".
Los jefes de la diplomacia europea analizaron en el relajante, remoto y aislado entorno de un hotel de lujo en la costa irlandesa tanto los últimos acontecimientos en la escena internacional (la unificación de Alemania, la situación en Europa central, los problemas que atraviesa Mijaíl Gorbachov, Suráfrica) como los modos de acelerar la construcción europea, que el presidente de la Comisión, Jacques Delors, sigue pensando es Imprescindible conforme se acelera la marcha de la historia.En la conferencia de prensa celebrada en el hotel Parknasilla existía ayer una vaga sensación de anticlímax. Los ministros discutieron sobre la eventual cooperación política, sobre el llamado déficit democrático de las instituciones comunitarias y sobre la extensión de competencias sociales y medioamientales a la Comunidad, pero no llegaron a conclusiones firmes. Lo más positivo que pudo decir Collins es que es muy probable que la cumbre a celebrar dentro de un mes en Dublín decida convocar en diciembre una conferencia intergubernamental sobre la unión política europea. Un nuevo comité se hará cargo de elaborar un resumen de las diferentes propuestas sobre la cuestión para ser sometido a los jefes de Estado y de Gobierno de los Doce.
"Estamos sólo al principio y ahora únicamente intentamos clarificar qué entienden las diversas partes por unidad política" señaló Collíns, presidente de turno del Consejo de Ministros, quien insistió en que no hubo discusiones sobre política de defensa. Sobre la política exterior "no hubo acuerdo ni siquiera sobre cómo llegar a acuerdos".Los reunidos analizaron las relaciones entre las diversas instituciones comunitarias (Comisión, Consejo de Ministros y Parlamento) y llegaron a la conclusión de que la Comisión ha de jugar un papel activo en el incremento de la cooperación política, aunque no haya acuerdo sobre los límites de sus atribuciones. Siguen en el limbo los poderes que han de atribuirse al Parlamento si se quiere incrementar la democracia en la Comunidad.
Los ministros discutieron la propuesta de Felipe González sobre la ciudadanía europea, que Delors cree ha de unirse al proceso democratizador a que ha de someterse la Comunidad. Se trata de "conferir derechos y deberes concretos a los ciudadanos para que se interesen en la marcha de los asuntos de la CE".
La alternativa entre la construcción lenta de Europa y a realizada a grandes saltos sobrevoló las discusiones. Roland Dumas, el jefe de la diplomacia francesa, señaló que en esta reunión había comprendido que "lo mejor es enemigo de lo bueno", comentario revelador de que el pragmatismo ha desplazado al idealismo. Delors salió al paso de esa sensación al decir que corresponde a la gente decidir si la construcción de Europa se lleva a cabo con pasos cortos o largos: "Si ponemos en marcha la unión económica y monetaria, si conseguimos cooperar en política exterior y logramos que la Comunidad hable con una sola voz, si se avanza en la cuestión de la ciudadanía, si la democratización refuerza los poderes del Parlamento Europeo y si se transfieren a la Comunidad responsabilidades en cuestiones de medio ambiente y de asuntos sociales".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.