Los misterios del cosmos

La historia del universo puede leerse en las muchas lenguas de la energía radiada, la información cósmica que traslada por el tiempo y el espacio la narración que comenzó presumiblemente con la primera explosión hace entre 10.000 y 20.000 millones de años.Ningún instrumento, ni en la Tierra ni en el espacio puede leer más que parte de la historia. Pronto, toda una serie de instrumentos se añadirá al HubbIe para intentar completar la lectura. El esfuerzo mayor lo hace la administración espacial norteamericana con cuatro grandes observatorios (el Hubble y tres más) a lanzar hasta finales de siglo. Los otros son el observatorio de rayos gamma (septiembre de 1990), la instalación avanzada de rayos X (1997) y el telescopio espacial de infrarrojos (1999), además de otros observatorios más pequeños que se lanzarán entre medias.

Las observaciones realizadas por estos nuevos telescopios revolucionarán la astronomía, al examinar, una por una todas las diferentes radiaciones del espectro electromagnético que viajan por el universo, desde los rayos gamma a los rayos X, los ultravioleta, la luz visible, los rayos infrarrojos y las ondas de radio. Esta radiación es a los astrofísicos lo que los antiguos jeroglíficos son para los arqueólogos. A través de su análisis aquellos han aprendido casi todo lo que saben sobre el nacimiento y muerte de las estrellas, la colisión de átomos y galaxias, los agujeros negros y el choque entre la materia y la antimateria.