Manifestaciones por la democracia en Europa del Este

El Primero de Mayo fue conmemorado ayer en todos los países del este de Europa con un grito unánime: crítica al sistema comunista y exigencia de cambios para instaurar la democracia y el pluralismo político. Las celebraciones se caracterizaron también por la omisión de desfiles militares y de los actos oficiales que señalaban tradicionalmente la jornada en la Europa comunista. Los manifestantes aprovecharon también para hacer campaña electoral, pidiendo el voto para sus formaciones políticas ante la proximidad de elecciones libres.

En Berlín, unas 60.000 personas de las dos Alemanias se concentraron ayer delante del Reichstag, el antiguo Parlamento alemán y ahora sede del Gobierno de Berlín Oeste, acudiendo al llamamiento conjunto de los sindicatos de uno y otro lado de la ciudad por vez primera desde 1946.El primer ministro de la Re pública Democrática Alemana. (RDA), Lothar de Maiziere dijo que el Primero de Mayo representaba una oportunidad. para que el pueblo expresase libremente sus sentimientos. "La era de los largos desfiles ante una tribuna oficial ocupada por rostros fríos ya se ha ido para siempre. Celebrar el Primero de Mayo es ahora un derecho, no una obligación".

En Varsovia, la jornada se celebró con un congreso de la derecha polaca, informa Piotr Adamski. El congreso, convocado, para aumentar sus efectos irónicos, en la sala donde solían reunirse los comunista, polacos, fue el punto más es pectacular del Primero de Mayo, que, sin dejar de ser un día festivo en Polonia, puso en evidencia el escaso interés de la población por las manifestaciones organizadas tanto por Solidaridad como por el sindicato comunista (OPZZ). En toda la capital polaca no se vio ayer ni una sola bandera roja.

La manifestación organizada por el sindicato OPZZ logró congregar a algo más de 1.000 personas, en su mayoría jubila dos y activistas del Partido Socialdemócrata, formado por comunistas reconvertidos. Aún menos personas acudieron ayer al acto organizado por el sindicato Solidaridad en la misma iglesia de la que el pasado año salió una manifestación de cerca de 100.000 personas en protesta por la política del Gobierno comunista. Ayer, en el patio de la iglesia de San Estanislao, santuario varsoviano de Solidaridad, se reunieron menos de 1.000 personas.

El acto que más atractivo les pareció a los habitantes de Varsovia fue el congreso de siete minipartidos de la derecha nacionalista y liberal, convocado bajo el lema Basta de Gobiernos de izquierdas. A la sala en la que hace apenas tres meses celebraron su último congreso los comunistas polacos, acudieron casi 2.000 personas para escuchar ponencias sobre el. carácter supuestamente izquierdista del actual Gobierno del católico Tadeusz Mazowiecki.

En Sofia, más de 60.000 búlgaros, ondeando banderas azules de la oposición, convirtieron la jornada en una campaña a favor de una victoria no comunista en las elecciones libres del próximo mes.

Por primera vez en 42 años, los ciudadanos checoslovacos pudieron dormir tranquilos sin ser obligados a asistir a las concentraciones tradicionales organizadas por los comunistas.

En Rumania, la fiesta fue total, y todos los establecimientos y centros de trabajo cerraron, al contrario que en la época del dictador Ceaucescu.