La UNITA y el Gobierno angoleño negociarán en Lisboa

El Gobierno de Luanda y los rebeldes de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) van a iniciar negociaciones directas en Portugal en los próximos días. La información fue dada por la agencia de noticias portuguesa Lusa, que citaba como fuente unas declaraciones hechas el miércoles por el vicecanciller angoleño, Venancio de Moura, a la emisora estatal británica BBC.El Gobierno de Lisboa, la Embajada de Angola y la representación de la UNITA en la capital portuguesa confirman la niminencla de la apertura del diálogo directo, pero aseguran que la fecha y el lugar de la primera reunión no serán divulgados prevíamente para evitar el acoso de la Prensa. El movimiento de Jonas Savimbi anunció que el general Adolozi Paulo Mango Alicerces, que dirigió la representación de la UNITA en las negociaciones de junio y julio del año pasado en Zaire, ya se encuentra en Lisboa con plenos poderes.

Entre tanto. fuentes oficiosas anunciaban la llegada a Lisboa, en la madrugada del viernes, del canciller angoleño, Pedro de Castro van Duncm, y la Prensa portuguesa avanzaba que el primer encuentro entre las dos delegaciones tendría lugar el próximo lunes en el sur de Portugal. Será probablemente en el mismo local donde, en 1975, los tres movimientos nacionalistas que habían luchado contra la colonización portuguesa -el MPLA (actualmente en el poder), la UNITA y el FNLA (entre tanto, prácticamente extinto)- firmaron los llamados acuerdos de Alvor con las autoridades portuguesas para la independencia de Angola y la entrega del poder a un Gobierno de transición formado por los tres partidos nacionalistas.

En el comunicado divulgado en Lisboa el 8 de abril, que desbloqueó el proceso de negociaciones, la UNITA declaraba que aceptaba la única condición puesta por Luanda para el reinicio de las conversaciones, o sea, el reconocimiento de la legitimidad del actual Estado angoleño y de su inteoridad territorial, pero sobre la base de los acuerdos históricos de Alvor. La fórmula, particularmente hábil, permitía a las dos partes salvar la cara, puesto que daba una satisfacción formal a las exigencias de Luanda, al mismo tiempo que salvaguardaba la negativa de la UNITA a legitimar el régimen de partido único e implicaba la realización de elecciones pluralistas. La apertura del diálogo directo entre los dos protagonistas de la guerra civil angoleña era esperada desde la realización la semana pasada, en Cabo Verde, de una minicumbre africana en la que participaron los países que intervinieron en el proceso de pacificación de Angola.