El cuento más sugerente

Con la misma fórmula con la que suelen empezar los cuentos, Aixó era i no era (Érase una vez ... ), se presentó en Madrid la cantante mallorquina María del Mar Bonet. Y comenzó sin concesiones, con dos tonadas populares de Mallorca, la primera interpretada en solitario y la segunda con el simple contrapunto de una guitarra. Idéntica sencillez a la que emplearía para abandonar definitivamente el escenario dejando oir tan solo su exuberante voz desnuda.Todos aquellos que han seguido de cerca la carrera de María del Mar Bonet saben de su honestidad y coherencia, de su fidelidad a unos principios pese a quien pese. Porque con sus cualidades vocales, caso de haberse amoldado a ciertas demandas del medio como por ejemplo la de renunciar al uso exclusivo de su lengua materna, es muy probable que hubiese podido alcanzar una mayor repercusión comercial. Sin embargo, no quiso doblegarse, prefirió cual paciente hilandera ir tejiendo una obra consistente basada tanto en la recuperación del folclor balear como en la búsqueda de horizontes comunes. Una antigua melodía de Cerdeña y un emotivo tema griego no hicieron sino confirmar la existencia de esos lazos ancestrales que unen a los pueblos de "la mar mediterránea", como ella la llama.

Dragones y princesas

La segunda parte del recital, que se inició con la hermosa Danza de la primavera, estuvo ocupada en su mayor parte por las canciones del último disco, Bon viatge faci la cadernera, que están inspiradas en cuentos tradicionales de su isla, adaptados en forma de poemas por Gabriel Janer Manila y musicados por diferentes compositores (Luis Delgado, Javier Bergia, Joan Bibiloni ... ) lo que les confiere una interesante variedad de matices sonoros. Son historias de dragones que engullen a las criaturas, de una doncella que se transformó en almendro, del príncipe que desafia a los gigantes buscando desesperadamente las tres naranjas del amor o de flores con poderes mágicos. El resultado final es a la vez delicioso, sensual y apasionado. En una de ellas, canción dificil donde las haya, sin melodía claramente definida y con constantes rupturas, María del Mar Bonet mostró una madurez y un dominio vocal absolutamente impresionantes.Poderla escuchar hoy día significa comprobar que todavía es posible sobrevivir con dignidad en un mundo dominado por los éxitos efímeros y los sucedáneos musicales. Así, el cuento más sugerente de todos, bien pudiera ser el del artista que ha sabido crecer sin renunciar a lo esencial.