Confusión entre cine y realidad

Los personajes protagonistas de Los fabulosos Baker Boys viven siempre inmersos en un clima de provisionalidad. Se trata de dos pianistas y una cantante que actúan en hoteles de lujo, que no cesan de viajar, de cambiar de ciudad. Al principio los pianistas están solos, actuando en salas de quinta fila, en plena decadencia profesional. Luego aparece ella, y los Baker Boys vuelven a ser o parecer fabulosos, realidad o espejismo que durará mientras ella ponga presencia y voz.Les dos hermanos son individuos contrapuestos: Frank (Beau Bridges) es el organizador, siempre preocupado por el aspecto, por simular simpatía, por la mítica de la profesionalidad. Frank cree que arte y trabajo son una misma cosa.

Aunque la película no la presente, la familia de Frank es muy importante, e incluye esposa, hijos y una casita con jardín. Jack (Jeff Bridges) es el que tiene auténtico talento musical, pero es incapaz de poner orden en su vida, que transcurre entre demasiadas copas, demasiados amoríos de una sola noche y demasiados silencios. A Jack no le gusta tomar decisiones ni comprometerse con nada, ni musical ni sentimentalmente. Es lo que el tópico define como un duro con pasado.

La chica, Susie Diamond (Michelle Pfeiffer) sirve para poner en evidencia a los fabulosos Baker. Es lista, ambiciosa, y no duda en sacar provecho de su belleza. Sabe que no conviene mezclar amor y trabajo, pero si se produce la mezcla no tiene miedo. En su pasado hay más de un fracaso, pero no por eso teme arriesgarse ni se miente a sí misma.

De esa breve descripción de personajes y relaciones es perfectamente deducible la principal característica de Los fabulosos Baker Boys: sus protagonistas viven dentro de un mundo cinematográfico. Ellos se comportan tal y como lo exigen los guiones de cine, viven la vida como una película. Y lo más interesante de la película se da mientras no manifiestan verbal y vitalmente su unidirnensiorilidad. Una vez han desnudado sus almas, la película explica lo que bastaría con decir.

A Frank, Jack y Susie -sobre todo a los dos últimos- hay que conocerles mientras no reniegan de la provisionalidad, una noche de copas, junto a la barra, cuando están a punto de cerrar el local y se habla para oír la propia voz.

Estado etílico

Michelle Pfeiffer está muy bien tanto en los momentos dramáticos como en los de comedia, pero resulta un tanto rígida cuando canta en el escenario. Es, en cualquier caso, una Susie Diamond excelente. Jeff Bridges se toma con absoluta seriedad un papel que le exige alternar los estados etílicos con los resacosos. Su hermano Beau es un espléndido farsante.Los fabulosos Baker Boys se inscribe en la resucitada moda de películas sobre músicos. Tavernier puso la primera piedra con Round midnight, a la que siguieron la reposición de Música y lágrimas o Bird. Las cintas de Eastwood y Tavernier se alimentaban de realidad; la del debutante Steve Kloves se nutre de cine, probablemente porque no distingue entre una cosa y la otra.