Aznar reprocha al Gobierno que acuda a los pactos "cuando se asoma a la pendiente del descenso"

José María Aznar, en consonancia con la estrategia del Partido Popular (PP) para erigirse en alternativa de Gobierno, ofreció ayer a Felipe González acuerdos "sin cheques en blanco", así como un diálogo permanente, "limpio y claro", si el líder socialista respeta las reglas de juego, para afrontar los principales problemas de España. El presidente del PP acusó al jefe del Ejecutivo de acudir al consenso como "fórmula mágica, cuando se asoma al descenso", y le reprochó que hubiera huido de los "asuntos incómodos, pero reales" que han polarizado la vida pública en los últimos cuatro meses.

Aznar recurrió a un discurso breve, con una prudente utilización de los adjetivos denostadores pero contundente en la atribución a los socialistas de la responsabilidad exclusiva de los problemas tras siete años de Gobierno, para precisar las condiciones en que es posible el entendimiento con el Gobierno.El portavoz popular reprochó a Felipe González el haberse limitado a presentar "el estado de las cuestiones como cuestiones de Estado". Desde la presunción de que el presidente había enfocado el debate como un mero trámite para terminar con la interinidad de su Gobierno, ironizó con que le parecía encontrarse más ante una cuestión de conveniencia que ante una cuestión de confianza.

Fórmula mágica

Tras sostener que Felipe González acude al consenso como fórmula mágica cada vez que se asoma a la pendiente del descenso, recordó que el PSOE ha rechazado en sólo cuatro meses siete propuestas formuladas por los populares sobre asuntos institucionales importantes.Aznar reclamó al Gobierno medidas concretas, y se adelantó, no obstante, a expresar un talante de acuerdo ante los grandes objetivos nacionales; advirtió que mantendrá discrepancias, superables o negociables, ante las medidas gubernamentales concretas para alcanzar dichos objetivos, y exigió una completa modificación de los modos de gobernar socialistas.

El consenso, en opinión del presidente del PP, debe ceñirse a conseguir el incremento de la competitividad de la economía española, a aumentar la seguridad ciudadana, tanto a través de la lucha contra el terrorismo como contra la droga, y a desarrollar los derechos y libertades básicos, como por ejemplo la cláusula de conciencia y el secreto profesional.

El principal representante del centro-derecha terminó su argumentación con la denegación a Felipe González de la confianza que éste se había olvidado incluso de solicitar expresamente a la Cámara en su intervención inicial. Aznar concluyó: "Diálogo, sí; contratos de adhesión incondicional, no; acuerdos, sí; cheques en blanco, sin información y sin condiciones, no. Yo le ofrezco, señor González, y le garantizo diálogo limpio y claro, pero también se lo reclamo. Yo le garantizo respeto a las reglas del juego; pero también se lo exijo".