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CUESTIÓN DE CONFIANZA

González asegura que buscará el diálogo con la oposición para afrontar los retos de la CE

El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró ayer que su Gabinete asumirá "con plenitud" las responsabilidades que ha contraído, pero que, no obstante, buscará con tesón el acuerdo con todas las fuerzas políticas que lo deseen para abordar los retos que tiene que afrontar España con vistas a la integración económica europea de 1993. Éste fue el hilo conductor del discurso de González para sorpresa de algunos grupos de la oposición al observar que en su primera intervención el presidente apenas intervino en asuntos nacionales. González habló durante 40 minutos sin salirse del guión que había enviado al Congreso.

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González ofreció la impresión de que abordaba este asunto como un trámite, a juzgar por la velocidad con que leyó sus folios y la abigarrada síntesis que realizó sobre lo que, a su juicio, ya se ha hecho o está en marcha en España en relación con el diálogo social y político y en seguida pasó a adentrarse en los retos europeos."El Gobierno considera que la mayoría parlamentaria de la que dispone garantiza la estabilidad y reitera la voluntad de mantener un clima de diálogo", dijo González. El presidente calificó de "intenso" el diálogo que se está produciendo con los sindicatos y la patronal y recordó que a mediados de este mes comenzará la segunda fase de la concentración "y la puesta en m archa del consejo económico social".

Sectores sociales

El presidente también dejó abierta al diálogo con los partidos la discusión sobre los sectores sociales que pueden conformar ese consejo a sabiendas de las discrepancias que hay entre los grupos políticos, por un lado, y los sindicatos, por otro, sobre la representación en ese órgano.El pago de la llamada deuda social, la revalorización de las pensiones y el derecho a la negociación colectiva de los funcionarios fueron algunos de los temas que enumeró, al haber sido ya objeto de discusión con los sindicatos y por la incidencia que tendrán en los Presupuestos Generales del Estado, que están en fase parlamentaria.

En el terreno también del diálogo ya emprendido con los grupos políticos dentro del ámbito de las Cortes, recordó la reforma del estatuto de Radiotelevisión, la adaptación de las Fuerzas Armadas a las necesidades reales y la comisión sobre la ley General Electoral, citados "como ejemplos", dijo González, que en este repertorio no incluyó el endurecimiento de las incompatibilidades y la regulación del tráfico de influencias. Estas cuestiones fueron despachadas por González en unos pocos minutos, ya que él mismo afirmó que en esta comparecencia quería centrarse en "los desafios de 1993, sus consecuencias internas y las externas". A partir de aquí, todo su discurso fue referido a Europa y a las políticas que España debía desarrollar para que su incardinación en la Comunidad Europea fuera lo más armónica y más beneficiosa posible.

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La unidad alemana, el futuro del Pacto de Varsovia y las dificultades sobre desarme convencional en Viena fueron elementos fundamentales del discurso de González en los que parecía sentirse cómodo, al tiempo que aprovechó para exponer el punto de vista del Gobierno español sobre todos y cada uno de estos temas ya conocidos en el ámbito europeo, todo ello salpicado por murmullos cada vez más fuertes de los diputados del Partido Popular, inquietos por el afán de González de no referirse expresamente a España.

En el tema europeo, el presidente manifestó de forma expresa que el proceso de unificación alemana "ha puesto en el tapete la recomposición del mapa político y de seguridad europeo", y añadió que la "celeridad" de dicho proceso obliga a tomar decisiones para no quedar desfasados en la nueva realidad. Respecto a la Unión Soviética, expresó que aceptará una Alemania unificada en una alianza atlántica "reconvertida" y con la perspectiva de un pacto de no agresión y una carta de seguridad europea.

No obstante, no olvidó hacer una llamada al diálogo a todas las comunidades autónomas, así como para la inminente discusión de la ley de Ordenación General del Sistema Educativo. En este sentido, manifestó que "hay apreciables grados de coincidencia y algunas discrepancias".

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