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Hacienda pide al Gobierno de Vitoria que limite a 3.000 millones las emisiones de pagarés forales

El Ministerio de Hacienda interpreta como "un gesto de buena voluntad" el anuncio efectuado días atrás por el Gobierno vasco de rebajar la remuneración de los pagarés forales (7%) al nivel que tienen los pagarés del Tesoro (5,5%). Sin embargo, "éste no es todo el problema", según fuentes de este departamento, que propone una limitación de las emisiones de pagarés forales a unos 300.000 millones de pesetas, frente a los 1,1 billones de pesetas ahora en circulación. Las mismas fuentes señalan que los cauces para llegar a un acuerdo siguen abiertos en medio de una polémica que tiene como telón de fondo la captación de dinero negro.

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El juego de la intermediación

La batalla de los pagarés iniciada por la Hacienda central en julio de 1986, al impugnar un decreto por el que la Diputación Foral de Vizcaya dio luz verde a una emisión de 10.000 millones de pesetas, ha entrado en una nueva fase después de tres años y medio.El gesto de "buena voluntad" de las diputaciones vascas al igualar los tipos de interés con los de los pagarés del Tesoro no es considerado como suficiente por la Administración central y el Ministerio de Hacienda exige una limitación de las emisiones a unos 300.000 millones de pesetas, frente al algo más de un billón de pesetas en circulación en la actualidad.

Ello sería, según las mismas fuentes, una cifra adecuada al "peso específico" de Euskadi en la economía nacional y estaría en relación a los cinco billones de pesetas de pagarés del Tesoro en circulación. De ellos, dos billones son fondos cautivos de las entidades financieras y los tres billones restantes están en manos del público.

El argumento de la Administración central es que mientras los pagarés del Tesoro, que no tienen retención fiscal y son títulos al portador, sirven para financiar el déficit público, los pagarés forales ion un instrumento también opaco al fisco, pero con unos beneficios que se reparten entre las entidades financieras, las diputaciones forales y los defraudadores. El dinero captado mediante este instrumento suele invertirse en letras del Tesoro con una mayor remuneración (14%), de forma que el coste revierte en el erario público y los beneficios se quedan en gran parte en el juego de la intermediación.

La importancia que han adquirido en el último año y medio los pagarés forales ha provocado un seria preocupación en Madrid. Desde su lanzamiento, hace algo más de tres años, se ha producido un despegue en el último ejercicio hasta alcanzar unas emisiones que superan el billón de pesetas. La sospecha es que buena parte de este dinero proviene de las primas únicas y las cesiones de crédito. Los titulares de estos activos han emprendido la huida hacia los pagarés forales tras el cerco al que se les ha sometido desde Hacienda.

La mecánica de los pagarés forales ha permitido que desde cualquier punto de España se puedan suscribir estos títulos en entidades financieras que actúan como cabeza de puente de sus sociedades instrumentales instaladas en el Pais Vasco, según expertos consultados. Esta situación "bordea la legalidad", según las mismas fuentes, por lo que además de una rebaja de la remuneración, se insiste en la necesidad de limitar las emisiones de forma que los beneficios obtenidos sirvan únicamente para financiar el déficit de las diputaciones forales vascas.

'Dinero negro'

Una pretensión que no va a ser aceptada por las diputaciones ni por Gobierno vasco, y que es interpretada en esta parte del Ebro como la asunción definitiva por parte de Madrid de que los pagarés forales son activos con los que competir. O se eliminan este tipo de activos o se asume en su totalidad que "estamos en una sociedad de libre mercado", dice el diputado alavés de Hacienda Alberto Ansola.

Si en un primer momento los pagarés del Tesoro absorbieron buena parte del dinero negro de Euskadi, los forales han entrado de lleno en la disputa de ese dinero en todo el Estado. En opinión de Hacienda del Gobierno vasco, no se trata de un movimiento de ataque sino de defensa. Defensa de la que también hace gala la Administración central al luchar por el monopolio de la emisión de pagarés, verdaderas gallinas de los huevos de oro, o en su caso, limitar la irrupción de los forales mediante un tope en sus emisiones.

Alberto Ansola explica que el Estado no ha protestado nunca por el hecho de que Euskadi vendiera otras formas de deuda pública "incluso en Cádiz", y pone sobre la mesa el ejemplo de las obligaciones, hecho que califica de "sospechoso". No obstante, aclara que la igualdad en los tipos no significa igualdad de condiciones, ya que con los pagarés del Tesoro los bancos pueden cubrir los coeficientes de caja remitiendo al Banco de España, en estos momentos, 1,7 de cada 100, mientras negocian el resto del volumen.

En Euskadi los rendimientos de los pagarés están siendo utilizados por las Haciendas forales de formas diferentes. En Álava han servido para reducir la deuda contraída por el programa de inversiones 1981-1987, y que llevó a la Hacienda alavesa hace dos años a una situación de 18.000 millones de endeudamiento sobre un presupuesto de 20.000 millones.

El de 1990 contabiliza una deuda de 13.000 millones sobre un presupuesto de 28.000. Por su parte, la vizcaína ha financiado un proyecto de inversiones, y la guipuzcoana ha utilizado los beneficios de forma mixta, para saneamiento de sus cuentas y para inversiones. Del billón de pesetas emitidas en 1989, 480.000 millones correspondieron a Vizcaya, 400.000 a Alava y 80.000 a Guipuzcoa.

En el Ministerio de Hacienda se insiste, en cualquier caso, en la necesidad de proseguir las conversaciones. Entre tanto, no se ha procedido a la petición de entrega de listas de los titulares de los pagarés forales, "a la espera de un acuerdo", señalan fuentes de este departamento.

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