Hollywood se pone el esmoquin

ALBERT MONTAGUT Beverly Hills está de fiesta, y Hollywood, engalanado. Mañana se celebra en Los Angeles la gran noche de los oscars. Paseando a miss Daisy, de Bruce Beresford, y Nacido el 4 de julio, de Oliver Stone, acaparan la mayor parte de las selecciones de este año. Pero la atención de la industria cinematográfica está también fijada en la suerte que puedan correr dos niños terribles del cine norteamericano: Spike Lee y Steven Soderbergh. Ambos están seleccionados en la categoría de los mejores guionistas, entre los que se encuentra su maestro, Woody Allen.

Soderbergh y Lee, directores-guionistas de Sexo, mentiras y cintas de vídeo y Haz lo que debas, respectivamente, se han convertido en la revelación de la industria del cine. Sus películas; han sido un éxito de crítica y taquilla en todo el mundo y han servido para demostrar que Hollywood debe dar paso a los Jóvenes valores.Los que han protestado porque Soderbergh y Lee no han sido incluidos también en la lista de candidatos al Oscar al mejor director son los mismos que ven a esta pareja de cineastas como los sucesores naturales, el relevo, de Woody Allen.

El director neoyorquino figura también en la lista de mejores guionistas por su película Crimes and misdemeanors, un trabajo que también le ha servido para ser incluido en la lista de mejores directores.

Todo está preparado para el baile de las estatuillas. Los esmóquines y los vestidos largos están recién planchados; el champán, en frío; los blocs de los cazaautógrafos, abiertos, y miles de periodistas, alojados en los hoteles de Los Ángeles, esperando a que se levante el telón. La ceremonia llegará a través de la televisón hasta 1.000 millones de personas repartidas por los cinco continentes.

La 62ª edición de los oscars se celebrará en el Chandler Pavillion, de Los Angeles Music Center, y será retransmitida por la American Broadcasting Company (ABC). En esta ocasión la fiesta del cine ha sido preparada meticulosamente. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas quiere que este año el show sea deslumbrante. Hollywood no desea, bajo ningún concepto, que se repitan las fortísimas críticas que sufrió la ceremonia del pasado año, que provocó incluso una querella de la Walt Disney Productions por la utilización, sin permiso alguno, de la figura de Blancanieves en uno de los números musicales iniciales.

El año pasado los fallos, la falta de espectacularidad, de coordinación y la poca originalidad de algunos números fue duramente criticada por muchos actores y directores, que la consideraron como "una ceremonia embarazosa, no sólo para la Academia, sino también para la industria cinematográfica en su totalidad". La protesta estaba firmada, entre otros, por Paul Newman, Billy Wilder, Gregory Peck, Julle Andrews, Blake Edwards, Sidney Lumet y Alan Pakula.

Mientras los críticos están afilando sus lápices, Karl Malden, el director de la Academia, ha expresado en una sola palabra su estado anímico ante la gran prueba de mañana: "Miedo".

Los oscars de este año, como los centenares de estatuillas repartidas a lo largo de los últimos 61 años, pasarán a la historia. En esta ocasión ninguna película española Figura entre las elegidas, aunque por primera vez el espíritu del nuevo cine español, gracias a Pedro Almodóvar, flota en el ambiente.

El martes, cuando medio Hollywood se esté despertando de la resaca de los oscars, se presenta en un private screening en Los Ángeles la película ¡Atame!, el último trabajo del director de Calzada de Calatrava. La sesión ha provocado un gran interés en Los Ángeles, donde Almodóvar cuenta con un gran prestigio. El estreno de la película está previsto para el 4 de abril en Manhattan.

Este año dos películas han acaparado los votos de los 5.000 miembros de la Academia. Un drama sobre la vejez -Paseando a miss Daisy- ha recibido nueve selecciones, y la segunda entrega de Oliver Stone sobre la pesadilla de Vietnam -Nacido el 4 de julio- ha conseguido ocho candidaturas. El protagonista de esta película, Tom Cruise, la estrella más brillante de Hollywood en estos momentos, es el favorito para conseguir el Oscar al mejor actor.

Un dato para los mitómanos: el legendario actor Marlon Brando figura entre los aspirantes al mejor actor secundario, por su trabajo en Una árida estación blanca, en la que Brando interpreta a un abogado surafricano cansado de luchar contra el apartheid.

El cine europeo también aspira a conseguir estatuillas. El actor británico Kenneth Branagh ha sido incluido en la lista de mejores actores y mejor director por Enrique V. La película francesa Camille Claudel está entre las seleccionadas en la categoría de mejor película de habla no inglesa, junto a la danesa Waltzing regitze y la italiana Cinema Paradiso. Por si fuera poco, la protagonista de Camille Claudel, Isabelle Adjani, está seleccionada como una de las mejores actrices.