Música al margen de sexos

El concierto Rock'n chicas, curiosa y original iniciativa promovida por la Asociación de Mujeres Jóvenes, presentaba un programa atractivo y se saldó con un excelente balance artístico. Las Lunares, grupo madrileño integrado por mujeres, desconocido para el gran público y luchando para grabar su primer disco. Xoxonees, una banda también femenina, con un disco en el mercado y un planteamiento que recoge influencias del rap, del funky y de la música española. Esclarecidos, grupo veterano que no prodiga sus actuaciones en directo a pesar de su innegable calidad y de la personalidad de su cantante, Cristina Lliso. Y por último Luz, que con su quinto disco ha comenzado a recoger los frutos de años de esfuerzos por hacerse un hueco entre lo más granado del pop español.Al comienzo del concierto, el panorama en el Palacio de los Deportes era bastante desalentador. Apenas 2.000 personas vieron aparecer a Las Lunares en el escenario. Seis mujeres formadas en esos pequeños locales de Madrid que ahora se cierran, perjudicando a la música y a los músicos porque elimina la posibilidad de contrastar un trabajo cara al público.

Repertorio valiente

El grupo comenzó hace tres años con un repertorio basado en clásicos de la música negra, especialmente de soul, que interpretaban con dignidad, cosa nada fácil. Presentaron valientemente un repertorio de composiciones propias, con el que pierden buena parte de su fuerza primera. Aunque mantienen ciertas influencias negras, sus nuevas canciones carecen de la tensión de las versiones, a pesar del estimable esfuerzo realizado en los arreglos. En Las Lunares hay, horas de trabajo y disciplina de ensayo que las permite superar carencias. Como intérpretes son correctas y lucharon contra un deficiente sonido que también perjudicó decisivamente al siguiente grupo.Xoxonees es una banda peculiar y original. Con una puesta en escena a medio camino entre la Orquesta Mondragón, Martirio y el cabaré, su música se caracteriza por el sentido del humor con el que abordan temas tan dispares como los yuppies, las madres solteras, la depilación y el racismo. Con Las Lunares, fue el único grupo de la noche formado íntegramente por mujeres, aunque su estilo es mucho más provocador. Composiciones originales destinadas al baile, cambios constantes de vestuario y una interpretación maltratada por el sonido caracterizaron una actuación que no dio de sí todo lo que prometía, a pesar de la gracia y habilidad de algunas de sus composiciones y de una buena puesta en escena.

Con Esclarecidos, el sonido comenzó a mejorar. Al grupo madrileño parece que le cuesta dar ese paso definitivo que podría situarle en el lugar de privilegio en la música española para el que están capacitados. Esclarecidos ofreció un gran recital, con magníficos músicos respaldando a una de las mejores voces del pop español.

Dotada de facultades naturales para la música, que asume con sencillez, Cristina Lliso dio una lección de estar en un escenario con seguridad y elegancia. Su capacidad para la sutileza y el matiz resulta idónea para las excelentes canciones, tanto en textos como en música, que componen el repertorio del grupo y que recogen lo mejor de algunas tendencias del pop actual. El estilo vocal de la Lliso, único e intransferible, proporciona a Esclarecidos una personalidad que convierte al grupo en uno de los más importantes de la música española, aunque muchos, entre los que quizá haya que incluir a los componentes de la banda, no se hayan dado cuenta.

Luz de estrella

Tras una larga espera y con mucho más público en el recinto que al comienzo del concierto, Luz salió de estrella, con más tiempo para actuar, más luces y más sonido. Su último disco ha sido el más rentable de su carrera y su recital explicó las razones de este éxito: ha sabido esperar, patearse los escenarios y trabajar con seriedad. Es una especie de fiera entre Tina Turner y Silvana Mangano y ofreció un impresionante concierto. Ha conseguido rodearse de un magnífico grupo, sólido, potente y equilibrado, y ha dado un paso importantísimo en su directo por la sensación de seguridad que desprende en escena.Su actuación alcanzó un elevado nivel, plena de fuerza y garra y con una entrega arrolladora. Luz desarrolla mejor sus posibilidades en las canciones de tiempos medios y lentos, en los que puede dar rienda suelta al dramatismo en la interpretación, donde arriesga y gana. En los temas rápidos resulta más desigual, y mientras canciones como Rufino rebajan la calidad de su recital, otras como No aguanto más mantienen la tensión y la profundidad.

El excelente sonido presentó un ligero desnivel que primó la voz sobre el acompañamiento, dificultó la comprensión armónica de algunas canciones y situó a Luz bordeando la desafinación en algunos pasajes. Pero su capacidad para salir de los atolladeros, arrastrando literalmente al grupo en instantes de duda, la permitió superar los escasos momentos de desconcierto que se produjeron en la actuación.

El concierto de Luz destacó por su madura solidez, y si mantiene la energía que desplegó en Madrid puede ser su gran año. A la 1.30, el espectáculo Rock'n chicas bajó el telón. Fueron más de cuatro horas en las que hubo mucha y buena música. Al margen de sexos.