Los agricultores denuncian prácticas de oligopolio en el sector de fertiflizantes

Los precios de los fertilizantes ofertados por la industria nacional, especialmente los nitrogenados, subieron entre un 10% y un 15% en las últimas semanas, según los datos facilitados por diversas organizaciones de agricultores.

A este incremento de precios se habrían sumado también los fabricantes extranjeros que venden en España. Mientras, para medios almacenistas, se considera que la subida corresponde simplemente a un aumento de la demanda en las fechas finales de campana, para las organizaciones agrarias se trata de un incremento provocado por el funcionamiento de un oligopolio en España tras la formación de un grupo entre ERT, Cros y Enfersa, así como por un pacto tácito con los fabricantes extranjeros. En medios sindicales se estudia la posibilidad de presentar una denuncia en Bruselas.Los fertilizantes en España han tenido en los últimos meses unas de las cotizaciones más bajas del conjunto de la Comunidad Europea como consecuencia, principalmente, de la guerra mantenida entre los fabricantes españoles y los del resto de la CE para hacerse con el mercado. Sin embargo,, esta situación se rompió en las últimas semanas al producirse una subida de precios que afectó especialmente a los nitrogenados y, en menor medida, a los complejos. Fertilizantes como la urca pasaron de 18 a 22 pesetas y el nitrato del 26% de 16 a 20 pesetas.

Aumenta la demanda

En medios almacenistas se considera que la subida llevada a cabo en estas fechas ha respondido fundamentalmente a una concentración de la demanda en momentos finales de campaña. Para quienes se adelantaron en la compra de estos fertilizanets los precios fueron inferiores.

Para los responsables de la empresa Producciones Agrarias, no se trata de una subida ocasional de coyuntura sino la consecuencia de un plan de futuro diseñado por los fabricantes españoles a raíz de la integración en un grupo de ERT, Cros y Enfersa. Tras los precios bajos de venta de los últimos tiempos, el incremento de las cotizaciones habría sido paralelo al funcionamiento de un acuerdo con los fabricantes comunitarios que también operan en España -como Basf, Montedison y Norshidro- para acabar con la guerra desatada en el pasado. Los agricultores temen que esos pactos se mantengan en el futuro con el consiguiente aumento de precios para el campo. Medios industriales niegan este acuerdo en precios.

En los últimos años, las importaciones en aumento, que en 1989 alcanzaron 1,7 millones de toneladas frente a un consumo de 5,3 millones, constituyeron el mejor instrumento que dispuso el campo para frenar y hasta bajar los precios de los fertilizantes.