Semprún anuncia controles para evitar la fuga de obras de arte

España seguirá manteniendo los controles nacionales para la salida de obras del patrimonio histórico-artístico, manifestó ayer en Bruselas el ministro de Cultura, Jorge Semprún. La Comisión Europea, afirmó, entiende nuestros puntos de vista, y "el propio Jean Dondelinger, comisario responsable de la política cultural comunitaria, ha reconocido que en el proyecto había formulaciones precipitadas a revisar según los valores culturales y simbólicos de los Estados miembros".La visita del ministro a Bruselas responde a la oposición radical del Gobierno al proyecto de la Comisión Europea para instaurar la libre circulación de obras de arte dentro de la CE con la creación del mercado único en 1993. "Una talla medieval es algo muy diferente a un coche o una máquina de coser, eso es evidente", dijo el ministro.

"Nosotros" ,apostilló Semprún, "no estamos contra la movilidad de las obras de arte para que puedan disfrutarlas todos los ciudadanos europeos, sino contra que esa libertad beneficie al mercader holandés, que luego las va a vender a Japón o a Estados Unidos". Sin embargo, precisó que "hay cuadros que no pueden viajar, y Las meninas no saldrán ya del Prado".

La Comisión Europea pretende eliminar todo control nacional para cualquier obra de un valor inferior a 3,7 o 7,5 millones de pesetas (el tope está por determinar) y quiere suprimir la condición de patrimonio histórico-artístico para todos aquellos cuadros o esculturas de autores que lleven menos de 50 años muertos. El ministro entiende que el criterio temporal es excesivo, y en cuanto al económico, "lucharemos porque se elimine, pues el valor simbólico puede ser más importante".

España se encuentra respaldada en su postura por los demás países del sur de la CE, con amplio patrimonio y sensibilidades culturales parecidas. Pero, a pesar de que el apoyo de Italia, Francia, Grecia y Portugal es más que suficiente para establecer una minoría de bloqueo, "existe el temor de que el colegio de comisarios apruebe el proyecto y cree una situación ambigua en la que tendríamos que estar pleiteando continuamente". El tema de la libre circulación de obras de arte volverá a ser suscitado en el consejo informal que se celebrará el próximo día 24 en Irlanda.

Aparte del contacto con Dondelinger, Semprún se entrevistó con la comisaria Christianne Scrievener, responsable de la política fiscal y del control aduanero. La comisaria se mostró de acuerdo con implantar un certificado de identificación para las obras de arte que no puedan ser exportadas a países terceros, lo cual no excluye que pueda seguir vigente el sistema de autorización previa que impida a los bienes del patrimonio salir del territorio nacional. "La razón de que el contrato para la exposición Thyssen sea inferior a 10 años es que transcurrido ese plazo no podrían ser reexportadas, aunque creo que finalmente habrá acuerdo para que se queden definitivamente en España", afirmó Semprún.