Collor de Melo declara la guerra a la inflación

Fernando Collor de Melo, un populista de derechas de 40 años, asumió ayer la presidencia de Brasil, y anunció en su discurso ante el Congreso Nacional y los invitados extranjeros que la guerra contra la inflación, hasta liquidarla, será objetivo central de su Gobierno. Collor es el presidente más joven de la historia de Brasil y fue el primero elegido de forma directa y democrática desde que en 1960 Janio Quadros ganó las últimas elecciones libres de este país.

ENVIADO ESPECIAL, En su primer discurso, Collor esbozó todo un proyecto de "modernización de Brasil", con un fuerte acento sobre los problemas económicos, especialmente en la lucha contra la inflación. Como temas centrales de su Gobierno, Collor citó: democracia y ciudadanía, la inflación como enemigo mayor, la reforma del Estado y la modernización económica, la preocupación ecológica, el desafío de la deuda social y la posición de Brasil en el mundo contemporáneo.

Primeras medidas

Para hoy ya anunció Collor la presentación ante el Congreso del paquete de primeras medidas económicas, que tienen en vilo al país. Los bancos permanecerán cerrados hasta el lunes para poder aplicar sin problemas el nuevo plan económico, libres de las trabas de la especulación. En el Congreso, Collor no cuenta más que con una exigua cifra de senadores y diputados porque su candidatura surgió amparada por un partido minúsculo y sin tradición. El nuevo presidente espera contar con los apoyos negociados en el Congreso a su plan económico hasta el próximo noviembre, cuando se celebren elecciones legislativas y de gobernadores en Brasil, que darán como resultado un nuevo panorama político. Hasta entonces, con un poco de suerte y la esperanza de que la selección haga un buen papel en el Mundial de fútbol de Italia, la gente de Collor confía en que dure la luna de miel sin caer en los errores de la vecina Argentina.En un momento de su discurso parecía como si Collor tuviese interés en borrarse la etiqueta de populista con que le define la Prensa internacional. Criticó Collor el "comportamiento paternalista" tradicional frente a las carencias sociales brasileñas, y se refirió a las "políticas distribuidoras irresponsables, basadas en un populismo primario, incapaz de reconocer que el verdadero bien colectivo o progreso social duradero sólo ocurren cuando se asegura y se mantiene un nivel elevado de desempeño económico y de prosperidad general".

Los términos más categóricos del discurso de Collor fueron para referirse a la inflación. Definió Collor que la "cultura de la inflación se nutre del egoísmo, del individualismo vicioso, del inmediatismo descarado". Aseguró Collor que "la meta número uno de mi primer año de gestión no es contener la inflación, es liquidarla".

Tras el juramento y su discurso ante el Congreso, Collor se dirigió al palacio presidencial de Planalto, donde el presidente saliente, José Sarney, le impuso la banda presidencial. A lo largo de su campaña electoral, Collor había acusado a Sarney de corrupción.