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Los países ribereños del mar del Norte fijan plazos para limpiarlo

Isabel Ferrer

La III Conferencia Internacional del Mar del Norte terminó ayer con amplios acuerdos para la limpieza de las aguas de uno de los mares más contaminados del mundo. Los representantes de los ocho países ribereños tomaron medidas para limitar o suprimir durante la próxima década los vertidos de nutrientes, pesticidas, policlorobifenilos (PCB) y metales pesados. Las asociaciones ecologistas han criticado los acuerdos por considerar demasiado amplios los plazos.

Los policlorobifenilos (PCB) serán totalmente suprimidos (tanto su uso como su fabricación y en los vertidos) para 1999 en los ocho países ribereños del mar del Norte. Estos productos aparecen en buena parte de los interruptores de uso doméstico, luces fluorescentes y transformadores de voltaje.El acuerdo tomado sobre los PCB permite de modo excepcional su almacenaje en silos siempre que éstos sean seguros, a propuesta de la RFA. Estos productos son muy peligrosos para la fauna marina, ya que se acumulan en sus tejidos hasta provocar la muerte. Su incineración en alta mar o en tierra resulta también muy dañina.

La reducción para 1995 del 70% del mercurio, cadmio, plomo y dioxina que llegan al agua o son lanzados a la atmósfera en la zona así como la reducción de un 50% del vertido de nutrientes (fosfatos y nitratos) transportados por las aguas residuales procedentes de la agricultura, la cría intensiva de ganado y las propias ciudades -o su depuración fiable para el mismo año- fueron suscritas también por los ministros de Medio Ambiente del Reino Unido, Francia, Bélgica, Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania Occidental y Holanda tras dos días de duras discusiones.

La declaración final fija el año 1992 como horizonte para la reducción sustancial de los pesticidas, reducción que será apoyada por la CE con una legislación especial para todos los países miembros. La declaración prohibe igualmente el uso de productos contaminantes en la fabricación de aluminio para las mismas fechas. La reducción de los nutrientes quedó fijada ayer en un 50% y los ocho países ribereños decidieron desarrollar tratamientos biológicos para lograrlo. El control de este apartado se realizará en 1993 en una reunión ministerial especial que tendrá lugar en Copenhague.

El Reino Unido, por su parte, anunció ya en La Haya que no podrá cumplir el plazo de 1995 para purificar sus aguas fecales o residuales y causantes de la proliferación de algas que llegan a asfixiar amplias zonas del mar. El ministro británico de Medio Ambiente sí anunció el cese este año de la incineración de basuras en alta mar.

Protesta ecologista

La declaración de La Haya fue recibida con una sentada por parte de los grupos ecologistas Greenpeace y Mares en Peligro en la sede del la conferencia. Ambos califican el acuerdo de fracaso porque permitió a británicos, franceses y belgas mantener algunos de sus plazos y seguir contaminando los ríos que desembocan en el mar del Norte.

Los ocho países ribereños decidieron no convertirlo por ahora en una zona protegida como había propuesto Alemania Occidental. El acuerdo alcanzado en La Haya será elevado a las convenciones de Oslo y París para que doten a sus artículos de valor jurídico y éstos sean de obligado cumplimiento. Si para 1993 los vertidos químicos y de petróleo de los ocho países no han cesado la zona será declarada de especial protección.

Por otra parte, la República Democrática de Alemania y Checoslovaquia (que asisten por primera vez como observadores a esta conferencia) acordaron con la RFA reactivar la comisión del río Elba para solucionar sus problemas de contaminación.

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