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Tribuna:X FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO DE MADRID
Tribuna
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Un brillante décimo aniversario

El Festival Internacional de Teatro de Madrid, que comenzó anoche con la presentación de Familia de artistas, en el Albéniz, dirigido por Alfredo Arias, por el Centre Dramatique d'Auverbilliers, es este año más compacto y más teatral. Es su décimo cumpleaños, ha aprendido mucho, ha recibido gente nueva, ha seguido las tendencias actuales: procura evitar espectáculos dudosos y se dedica realmente, durante todo este mes, al teatro, con 10 representaciones a razón de tres por semana (un día coinciden dos).La tendencia es la de la recuperación de los textos, que viene produciéndose desde hace años en el mundo: aunque sea en sueco y dure dos horas y veinticinco minutos, como el de Casa de muñecas, de lbsen, dirigida por Ingmar Bergman con el Dramaten de Estocolmo. La forma de la interpretación y la clásica limpieza y penetración leal del director famoso -a quien sus compatriotas consideran mejor en el teatro que en el cine- son su mejor garantía para este tiempo.

Entre nosotros, el interés principal está en el estreno de El baile de los ardientes, de Francisco Nieva: hombre-teatro que es en este caso autor, escenógrafo, figurinista, director de escena, creador del cartel y empresario de la compañía (que lleva su nombre). Es la manera de no dejarse manipular cuando se escribe un teatro no habitual. Este Baile fue publicado en 1975, pero no estrenado: su creador absoluto le ha hecho numerosas modificaciones. Queda, suponemos, gran parte de su historieta: el joven anglosajón que se encuentra en el barullo y la magia de Nápoles para casarse con una de las tres hijas de un conde -notablemente feas- y que finalmente se casa con el conde, después de frustrados intentos de huida, para hundirse en el mundo de lo_mítico.

En torno a todo esto, las sorpresas Nieva -golpes de teatro-, el diálogo famoso que le ha hecho académico, su estética personal.... Nieva es uno de los autores que quisieron cambiar por la vía de la vanguardia -si aún se puede utilizar un nombre desprestigiado- el teatro español, y que no ha querido renunciar a sus principios. Aunque la obra se mantiene dentro del Festival del 20 al 25, seguirá viéndose en Madrid y luego en toda España -su compañía es muy viajera- en circuitos comerciales. Aunque no sin ayuda, necesaria para un teatro difícil.

Obra protesta

Viene también una obra protesta hecha por surafricanos -dos actores negros-, pero asumida por Peter Brook, que la dirige en razón de su solidaridad con la causa; una obra judía hecha en Nueva York, que es un musical, Esther, imaginado sobre la heroína bíblica; dos Shakespeares, uno visto por Peter Stein e interpretado por el teatro Stabili di Genova, y otro que es una interpretación personal de Andrzej Wajda, de Hamlet, hecha por otro teatro de leyenda: el Stary, polaco, que visita el espacio de la Sala Olimpia.

No es cuestión aquí de repetir el programa, sino de recalcar algunas de las cosas más importantes en principio (aunque alguna de las no citadas puede saltar en la práctica por delante) y de transmitir la sensación de que la programación es un acierto de principio y que este cumpleaños puede ser brillante.

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