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Las divisas se situaron en 44.440 millones de dólares en febrero

Las reservas de divisas en el pasado mes de febren, aumentaron en 1976 millones de dólares, como adelantó el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, en la conferencia de prensa de presentación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1990. La entrada de divisas compensa la salida que se produjo en el primer mes del año, que se cifró en 180 millones de dólares. El volumen de reservas a finales de febrero se sitúa en 44.440 millones de dólares.La evolución del saldo de reservas a lo largo del presente ejercicio presentará, según el Ministerio de Economía y Hacienda, variaciones menos bruscas que en el año anterior gracias a un menor crecimiento del déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente, a una mayor estabilidad en los saldos positivos de entradas de divisas por la actividad turística y al mantenimiento de altas tasas de inversión extranjera a largo plazo, como ocurrió en 1989.

Las medidas de enfriamiento de la actividad económica adoptadas a finales del primer semestre del ejercicio deberían empezar a dejar sentir sus efectos sobre los desequilibrios exteriores de forma que el ritmo de crecimiento de las Importaciones se vaya moderando, mientras que las exportaciones aumentarían en mayor proporción.

De hecho, las cifras del registro de caja correspondientes al mes de enero mostraban este posible cambio de tendencia, que debe consolidarse en los siguientes meses, aunque las cantidades referidas a los pagos e ingresos efectivos del intercambio de mercancías podían estar sesgadas por problemas administrativos que tuvieron lugar en ese mes. Pero el resto de las magnitudes apuntaban en esa dirección.

Tipos de cambio

El aumento de las reservas en el pasado mes de febrero contrasta con el descenso experimentado en el mismo mes del año anterior, cuando cayeron en 632 millones de dólares, aunque en aquellos momentos las presiones sobre el tipo de cambio de la peseta en relación al resto de las divisas de los países industrializados eran suficientemente fuertes como para provocar salidas importantes de capitales a corto plazo.En la actualidad, los mercados internacionales no muestran estas tendencias; más bien todo lo contrario, dado el elevado nivel de los tipos de interés internos españoles y las tensiones que otras economías europeas mantienen. Los temores sobre la futura evolución del marco alemán, inmerso en un proceso de unión monetaria con la República Democrática Alemana no definida exactamente todavía pero cuyas repercusiones serán evidentes, parecen polarizar la mayor parte de los movimientos especulativos a que se ven sometidos los tipos de cambio internacionales.

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