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Proyecto internacional para salvar la esfinge de Gizeh de su avanzado estado de desintegración

El plan considera la posibilidad de cubrirla con un material transparente

Jacinto Antón

El Gobierno egipcio, la Unesco y el Getty Conservation Institute -organismo norteamericano de conservación y restauración- han anunciado en El Cairo el inicio de un proyecto conjunto para salvar la. gran esfinge de Gizeh, aquejada de un progresivo deterioro a causa de las condiciones ambientales. El proyecto, según explicó ayer a este diario telefónicamente desde El Cairo el director del Getty Conservation Institute (GCI), el catalán Luis Monreal, incluye la instalación en el lomo de la esfinge de una pequeña estación de medición de datos ambientales, de unos dos metros de altura. Este dispositivo funcionará las 24 horas del día en conexión con un ordenador que recibirá los datos, y su finalidad es que en un año se pueda establecer un diagnóstico exacto de los males del monumento para decidir su definitivo tratamiento. La hipótesis de trabajo del GCI considera la necesidad de cubrir la esfinge con un material transparente para aislarla de los factores destructivos.

"La esfinge se desintegra", dijo ayer Luis Monreal, "y los egipcios son conscientes de que se enfrentan a la posible desaparición de un monumento que constituye un verdadero símbolo de su país". "El Gobierno de Egipto ha mostrado su voluntad de embarcarse en un proyecto de investigación de alto nivel tecnológico para hacer frente a ese problema y la Unesco, que incluyó en su día todo el área de la necrópolis de Gizeh en la Lista de Bienes del Patrimonio Mundial, colabora en la iniciativa"."Hace unos meses, en noviembre, Sayed Tawfik, actual presidente de la Organización Egipcia de Antigüedades (OAE), me pidió mi parecer sobre el estado de la esfinge", continuó, "y yo me comprometí a presentarle un primer diagnóstico, realizado por un equipo de especialistas internacionales reclutado al efecto por el Getty Conservation Institute".

Este primer diagnóstico, presentado al Gobierno egipcio hace un par de días, constituye un extenso compendio de los males de la esfinge y de los intentos realizados hasta el momento para paliarlos.

Contaminación

Los principales procesos de deterioro del monumento, resumió Monreal, son: "El cambio de temperatura cíclico en la zona, que varía hasta 30º y produce una alteración mecánica de la piedra; la condensación nocturna de la humedad del aire, que disuelve las partículas ácidas, procedentes de la contaminación -principalmente del tráfico de la vecina ciudad de El Cairo-, que se depositan sobre el monumento y se introducen, diluidas, en la piedra; y el viento, que sopla especialmente en otoño y primavera y levanta escamas de la piedra".

"En lo que va de siglo, la esfinge ha perdido unos 30 centímetros de superficie, aparte de los bloques que van cayendo", afirmó Monreal, que señaló que el monumento, construido en una formación sedimentaría, está compuesto por tres estratos diferentes: "Piedra coralina, muy dura, perfecta, en la cabezay hasta la parte superior del cuello; piedra calcárea, muy blanda, entre el cuello y la parte superior de las patas, y piedra calcárea también, pero algo más dura, en la parte baja del monumento". El acuerdo con el Gobierno egipcio establece que se iniciará de inmediato la confección de un diagnóstico completo en el que el instituto Getty empleará modernas técnicas de alta tecnología que han sido probadas en otros proyectos de conservación.

"Situaremos en el lomo de la esfinge una pequeña estación de medición de medio ambiente capaz de recoger todos los datos de temperatura -superficial y sub superficial-, humedad relativa, nivel freático, etcétera. Esta estación, de unos dos metros de altura y alimentada por energía solar, emitirá por radio a un ordenador, las 24 horas del día, los datos registrados. Ello permitirá conocer la situación de un modo que nunca había sido posible y tomar una decisión en cuanto al tratamiento".

La hipótesis de trabajo del GCI prevé la posible cobertura de la esfinge con una estructura de material transparente y considera que no existe en la actualidad un medio técnico para garantizar, si no es transitoriamente, la conservación de un monumento semejante. "Sin embargo, ese medio puede existir dentro de unos 20 años", dijo Monreal.

Bajo la arena

Luis Monreal, d¡rector del Getty Conservation Institute (GCI), recordó que la esfinge -retrato del rey Kefrén de la cuarta dinastía-, construida alrededor del año 2550 antes de Cristo, ha estado protegida bajo la arena durante la mayor parte de su existencia. "Sabemos que ya Tutmosis IV, faraón del Imperio Nuevo, la excavó y colocó unas piedras en las patas y la grupa para devolverle la forma de animal", dijo. "A mediados del XIX se hizo otra restauración, y en 1925-1926 Bareisz excavó y restauró el monumento, al que añadió el soporte del tocado de la cabeza, que originalmente no se apoyaba en la espalda. Es a partir de esa época, y ya con el monumento definitivamente a la intemperie, cuando se aceleran los procesos de deterioro, con el añadido de la creciente contaminación de El Cairo".Monreal destacó los trabajos de la actual dirección de la Organización Egipcia de Antigüedades para eliminar la desgraciada obra de mampostería añadida a la esfinge en los años 1982-1983. El cemento con el que se había pretendido consolidar el monumento daba lugar, con la lluvia, a la emergencia de sales que dañaban aún más a la esfinge.

El director del GCI explicó que otro proyecto que está realizando el centro en Egipto, la restauración de la tumba de la reina Nefertari, en el Valle de las Reinas (Luxor), está concluido en un 70%. El ministro de Cultura, Faruk Hosni, llevó recientemente de visita al recinto a Glulio Andreotti, primer ministro italiano, y alabó los trabajos.

De Luxor a Tiahuanaco

El Getty Conservation Institute, que tiene su cuartel general en Marina del Rey, California, desarrolla actualmente diversos proyectos de conservación y restauración en las más variadas regiones del globo. Aparte de las intervenciones en proyectos en Egipto, como las restauraciones de la gran esfinge de Gizeh y la tumba de Nefertari en Luxor, el organismo norteamericano tiene en curso o en estudio operaciones en China (templos búdicos rupestres de Mogao), Túnez y Bolivia. Monreal ha viajado recientemente a Túnez con uno de sus principales colaboradores, el catalán Eduard Porta, para impulsar la creación de un centro mediterráneo de conservación de mosaicos. Túnez posee uno de los patrimonios más ricos del mundo en mosaicos, situado en el museo del Bardo o en lugares arqueológicos como la antigua ciudad romana de Dhouga.

En cuanto a Bolivia, hace 15 días se firmó en Los Ángeles un acuerdo entre el Gobierno de ese país y el instituto Getty para que el centro prepare un proyecto de conservación de las ruinas precolombinas de Tiahuanaco, cerca de la orilla sur del lago Titicaca. "Es un lugar enorme, a 4.000 metros de altitud y excavado sólo en el 2% o el 3% de su totalidad", dijo Monreal. "Encontramos allí muchos problemas: nieve repentina, altura, consolidación de las ruinas con cemento, incipiente turismo masivo... La idea es realizar un proyecto de defensa global que pueda servir de modelo para otros parques arqueológicos".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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