Los nuevos sueños de Hollywood
La imagen, relegada primero al registro fotográfico y después al análisis cinematográfico de las cosas existentes, puede ahora demostrar que hay cosas que no existen y otras que nunca podrán existir, pero que, paradójicamente, se pueden ver de manera gráfica. Gracias al ordenador se ha inaugurado una etapa que los técnicos que trabajan en la industria de Hollywood consideran fundamental en la historia de los medios de representación.¿Qué existe de común, por ejemplo, entre las películas Oliver y compañía, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Tron o las ya citadas Abismo e Indiana Jones y la última cruzada?: la utilización del ordenador, que se ha constituido en uno de los instrumentos básicos de las nuevasfábricas de sueños de Hollywood. Pero la aplicación de las imágenes de síntesis ha tenido sus altibajos, y ha pasado de una etapa de gran confianza a otra de prudencia excesiva antes de alcanzar el nivel actual.
La primera tentativa seria de utilización de imágenes de síntesis en un largometraje se produjo en la película Tron, en 1982. Pero entonces la informática tan sólo llegaba a determinados planos no comprometidos con el realismo. En 1989, una película hecha en su totalidad con ordenador, Tin Toy, de John Lasseter, recibió un oscar a la mejor anima ción. Se trataba de una historia casi real.
Nuevos sistemas
Entre la producción de una y otra película, en torno a 1986, se produjo una catástrofe económica de las imágenes de síntesis. En los últimos tiempos esta industria ha resurgido en Disney, sobre todo con los resultados de Abismo y de Olíver y compañía. Parte de este último éxito se debe a que se han incorporado a los superordenadores utilizados por la industria de Hollywood nuevos sistemas que permiten trabajar mejor en tres dimensiones y con imágenes de más alta resolución.Los maestros de animación clásica y manual no han tenido más remedio que admitir las ventajas del nuevo instrumental informático, "lo cual no quiere decir que lo hayan mitificado", como ha querido dejar claro George Joblove, de Lucas Film, cuando se ha referido a ello en el encuentro Imagina celebrado en Montecarlo bajo los auspicios del festival de televisión de Montecarlo y el Instituto Nacional de lo Audiovisual francés.
Sin dejar el trabajo de los largometrajes, la industria del cine de California está dedicando importantes recursos económicos y nuevas ideas a la generación de películas -cortos generalmente- de animación por ordenador. Ha obtenido ya sus primeros frutos con Tin Toy, de John Lasseter. Este y otros autores de la empresa Pixar acaban de lanzar al mercado otro corto de animación por ordenador llamado Knick Knack, que de momento ha obtenido el primer premio del festival Imagina para películas de animación y está destinado, con toda seguridad, a obtener muchos más premios internacionales. Es una prueba más de que la fábrica de sueños de Hollywood está regenerándose.
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