El agravamiento del estado de Gabriel Celaya motiva su ingreso en la unidad coronaria
El poeta sufre períodos intermitentes de falta de consciencia
El poeta Gabriel Celaya, de 79 años, intenado desde el pasado viernes en la clínica Ruber de Madrid, sufrió en la mañana de ayer un agravamiento de su estado de salud que aconsejó "su traslado a la unidad coronaria de la clínica, a fin de llevar un control de enfermería más estricto" informó Jorge Coronado, jefe de la citada unidad. El poeta sufre estados intermitentes de inconsciencia, que se pueden deber a fallos cardiacos o a un deficiente riego cerebral. Para determinar cuál es el origen de esas caídas de consciencia, en la tarde de ayer se le practicó un examen mediante escáner. Las constantes vitales de tensión y respiratorias eran en esos momentos "aceptables", en opinión de los médicos que le atendían.
A las 15.15 de ayer, un agravamiento en el estado de salud del poeta Gabriel Celaya aconsejó su ingreso en la unidad coronaria de la clínica Ruber, de Madrid, en la que se encuentra internado desde el pasado viernes, día 16. Poco después de esa hora, Jorge Contador, jefe de la unidad coronaria, hacía público un parte médico que hablaba de isquemia cerebral, es decir, falta de riego sanguíneo en el cerebro. El poeta continuaba en estado grave en la madrugada de hoy y no habrá un nuevo parte médico hasta el mediodía.Fuentes médicas comentaron a EL PAÍS que Celaya alternaba períodos de lucidez con otros de somnolencia, por lo que en la tarde de ayer fue sometido a un análisis con escáner para determinar el origen del mal. El doctor Contador Caballero manifestó: "Se le ha enviado a la unidad coronaria al haber disminuido el nivel de consciencia, para poder tener un control de enfermería más estricto, y evitar que haya una caída brusca de sus constantes vitales". El resto de la sintomatología del enfermo "es buena, tanto la tensión como la capacidad respiratoria". La exploración con escáner tiene el cometido de determinar "si las caídas de consciencia tienen origen en la falta de riego cerebral o en algún problema cardiaco" Gabriel Celaya es uno de los poetas mayores de la lírica española de los años cincuenta y sesenta.El ingreso del poeta en la clínica Ruber, se produjo por consejo de su médico de cabecera Pedro Caba, ante el estado de autoabandono en el que le halló Celaya, según su esposa Amparo, llevaba meses "negándose a vivir, sin apenas comer e invocando la muerte". La extrema situación económica en la que se hallaba el matrimonio hizo que hace algunos años el poeta vendiera su biblioteca, lo que en opinión de su esposa contribuyó a "agravar su estado melancólico, de abandono".
La reacción de los medios de comunicación y de los amigos del poeta ante el estado de indefensión económica en la que se hallaba, provocó la reacción del Ministerio de Cultura, que le otorgó una subvención de dos millones de pesetas y se hizo cargo de los gastos ocasionados en la clínica.También reaccionaron los médicos, que ante el aluvión de visitas y entrevistas prohibieron el lunes la entrada de periodistas en la habitación del enfermo. No obstante, ese mismo día Gabriel Celaya era visitado por Camilo José Cela, a quien reconoció y con el que estuvo departiendo unos minutos.
Sin embargo, algunas horas más tarde, cuando acudieron Claudio Rodríguez y su esposa Clara, el poeta ya no pudo saber quién le visitaba, aunque Claudio Rodríguez le encontró "mejor de lo que hacían pensar las noticias". "Salí con esperanzas", comentó. Esperanzas que también anunciaron el lunes los periódicos siguiendo las pautas del primer parte médico hecho público por el doctor Pedro Caba, que hablaba de una mejoría en el estado general del enfermo. Este optimismo contrastaba con el ánimo de Amparo Gastón, para quien la recuperación de su esposo depende no tanto de cuestiones médicas, cuanto de su voluntad de vivir. "El problema con el que llevamos luchando mucho tiempo es el deseo de abandono de la vida que Gabriel siente cada vez más".
Babelia
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