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UNA NUEVA EUROPA

Modrow consuma su 'rendición' ante la RFA

El ministro presidente de la República Democrática Alemana, Hans Modrow, consumó ayer la rendición incondicional de su país ante su poderoso vecino antes de finalizar su visita a Bonn y volver a Berlín Este. Durante toda la mañana, Modrow se entrevistó con los representantes de los poderes económicos de la República Federal de Alemania, y antes de partir hacia el aeropuerto indicó que las reformas económicas necesarias para introducir la economía de mercado en la RDA empezarían a ponerse en práctica inmediatamente, sin esperar a las elecciones del próximo 18 de marzo.

De sombrío e indignado puede calificarse el humor de los miembros de la delegación que acompañó a Modrow a Bonn, entre los que se encontraban 17 de sus ministros, ocho de ellos pertenecientes a los partidos de la mesa redonda opositora. "Hemos sido tratados como niños", se quejó Sebastian Pflugbeil, uno de los líderes históricos de la revolución que derrocó el régimen neoestalinista de Erich Honecker y representante de Nuevo Foro en el Gobierno provisional. "Parecían maestros de escuela cuando se dirigían a nosotros", concluyó. El ministro presidente, por su parte, pese a mostrarse sacástico en algunos momentos, prefirió no hacer comentarios sobre la impresión global de la visita.Modrow sí dio a entender que las intenciones del Gobierno de Bonn eran conseguir bajar al máximo el precio económico y político que tienen que pagar por lo que ya todo el mundo ve como una anexión (anschluss). El ministro presidente explicó que, finalmente, su único interés era el de salvaguardar los intereses de su pueblo. Pero tampoco en este punto obtuvo ninguna respuesta. Su pregunta sobre el futuro de las pensiones, el seguro de paro, las prestaciones sociales y los ahorros de los ciudadanos de la RDA no encontró respuesta entre los miembros del Gabinete del canciller Helmut Kohl.

Incluso la promesa hecha ayer por Modrow a los banqueros e industriales de la RFA de poner inmediatamente en práctica las reformas legales destinadas a servir de base a un sistema de economía de mercado parecen irrealizables. Como le dijo el presidente de la patronal de la RFA, Klaus Murmann, la sustitución de todo un sistema legal basado en la economía centralizada y que no considera la propiedad privada de los medios de producción no puede hacerse ni en 15 días ni en un mes. En cuanto a la comisión formada el martes para trabajar en la unión monetaria, la impresión ayer era que este paso, en contra de lo que podía parecer, no va a acelerar el proceso de unificación económica, sino a retrasarlo.

Esto plantea de nuevo el problema de la emigración masiva, que sigue a un ritmo cercano a las 3.000 personas al día. Como ejemplo de cuál es la situación en algunos puntos de la RDA, ayer se supo que un número indeterminado de cerdos que esperaban ser sacrificados en las localidades bálticas de Rostock y Schwerin murieron a causa del estrés de tanto esperar encerrados en los vagones de tren debido a que todos los matarifes de la zona se habían pasado a la RFA.

Malestar

A todo esto, el Gobierno de Bonn y los poderes económicos, molestos porque Modrow, siguiendo las instrucciones de su Gobierno de coalición, se ha negado a aceptar la unión monetaria hasta después de las elecciones, ha cerrado el grifo de toda ayuda temporal a la RDA. "Seguimos esperando que la otra parte nos entregue una sola hoja de papel firmado sobre algún tema", dijo ayer la ministra de Economía de la RDA, Christa Luft, indicando que las ofertas de Bonn son sólo verbales, pero que el Gobierno del canciller Helmut Kohl no cuenta con ellos para ponerlas en práctica.

El malestar que se ha creado en la R.DA tras la visita puede dar una nueva orientación a las elecciones del próximo mes. El más beneficiado, aparte de Modrow, cuya dignidad le ha convertido en un héroe nacional, puede ser el líder del partido socialdemócrata, Ibrahim. Boehme, que, hábilmente, decidió no entrar personalmente en el Gobierno de coalición y, consecuentemente, evitarse la humillación. "Los políticos responsables no se dejan arrollar", se limitó a decir Ibrahim Boehme desde Berlín Este.

El Gran Hermano

A la coalición conservadora le ha salido mal la campaña para desprestigiar a Hans Modrow. Cuando el ministro presidente de la RDA llegó a Bonn, el diario sensacionalista Bild Zeitung -más de cuatro millones de ejemplares diarios- aseguraba en primera página y a grandes titulares una información que aseguraba que Modrow había sido el hombre que había dado la orden a la policía de apalear a los manifestantes en Dresde, donde era jefe del partido, cuando en noviembre la muchedumbre intentó detener los trenes que, provenientes de Praga, transportaban a los refugiados de la Embajada en la capital checoslovaca a la RFA.Ahora, la figura de Modrow, un hombre íntegro, nacido en una localidad de Pomerania que ahora es parte de Polonia y que tiene a casi toda su familia viviendo en la RFA, se ha engrandecido. Esto es importante en cuanto a que, al margen de su escaso apoyo popular, el viejo partido comunista, ahora rebautizado como SPD, puede todavía hacerse con un buen puñado de votos.

La falta de tacto de Bonn estos dos últimos días se refleja en que incluso sus aliados de la RDA, al otro lado del Elba, la CDU oriental, admitieron, por boca de su portavoz, Helmut Kueck, que "los alemanes occidentales tienen realmente la tendencia a comportarse como el Gran Hermano, dañando el honor y la identidad de los alemanes orientales", en un intento desesperado de salvar la cara ante sus posibles votantes.

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