_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La esfera armilar, en Madrid

Saliendo por la carretera de Valencia, a la izquierda, en unos desmontes pasado el barrio de Moratalaz, enfrente del pueblo de Vallecas, cerca de Vicálvaro, se construirá la esfera armilar de 92 metros de altura y 80 de diámetro. Este símbolo del conocimiento humano será uno de los pocos monumentos dignos de nuestro tiempo construido en España. Que esté en Madrid y en una zona desatendida, popular y dura, como esa salida de Madrid hacia el campo de Castilla, es justo y significativo. La belleza fascinadora de la gran esfera, lo hipnótico de su funcionamiento, el misterio de ese gran objeto insólito situado en una tierra que nadie mira, porque su belleza está fuera de los cauces convencionales, ha de convertir este lugar modesto en uno de los principales focos de atención de Madrid.Dentro de la esfera armilar podrá contemplarse el sistema solar, con sus nueve planetas girando alrededor del Sol. Esta esfera, con el tamaño y la velocidad de giro proporcionales, con sus colores reales e iluminada por el Sol, que permanece en el centro de esta representación emitiendo 12 sonoridades diferentes que configuran una expresión musical continua y siempre variable, además de las innumerables estrellas agrupadas en las constelaciones situadas en la gran faja zodiacal, constituye un espectáculo que podrá ser contemplado desde el ecuador, los trópicos y los polos, que forman las cinco plataformas horizontales a las que el público tendrá acceso. Una maqueta de la esfera armilar, de tres metros de altura, que nosotros conocemos, da la medida del prodigio y la fascinación que tendrá este monumento. Es un acierto el hecho de elegir para esta ocasión, el año 1992, un monumento didáctico con estas características de atemporalidad, de maravillosa inutilidad, y que resume el esfuerzo y la aventura del hombre en toda su historia. Será un alto mirador de 360º desde el este de Madrid hacia la ciudad y la llanura que se extiende.

En una sociedad empujada hacia el practicismo tan agobiante y chato, es un acierto que se realice esta obra tan atrayente e imaginativa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_