Anguita y el PP consideran que Felipe González amenazó con dimitir como advertencia a los socialistas

Izquierda Unida (IU) y el Partido Popular (PP) coincidieron ayer en calificar de "chantaje político" la declaración del presidente del Gobierno, Felipe González, según la cual dimitiría si el vicepresidente, Alfonso Guerra, tomaba esta decisión por estar en cuestión su honorabilidad. Dirigentes de ambos grupos señalaron que González, al decir esto tras el debate sobre la vinculación del vicepresidente del Gobierno con las actividades de su hermano, se dirigía a su propio partido a modo de advertencia, al Interpretar que hay "división" en el PSOE con respecto al vicepresidente. "Hay tensiones en el PSOE por este asunto", indicaron tanto Julio Anguita, de IU, como Luis Ramallo, del PP. El caso continuará debatiéndose la próxima semana en el Congreso dadas las numerosas iniciativas parlamentarias sobre tráfico de influencias.

Tanto Luis Ramallo, portavoz adjunto del Grupo Popular, como Julio Anguita, presidente del grupo Izquierda Unida, coincidieron en señalar al PSOE como destinatario de las palabras de González sobre su posible dimisión si el vicepresidente Alfonso Guerra se viera obligado a dejar su cargo porque se ponía en duda su honorabilidad y honestidad. Julio Anguita, además de señalar que estas palabras eran 'un chantaje político", afirmó que iban dirigidas al PSOE. "Parece que en su propio partido se han levantado muchas tensiones". Por su parte, el portavoz adjunto del Grupo Popular, Luis Ramallo, señaló lo siguiente: "Para interpretar estas palabras hay que mirar al PSOE, porque el presidente las dijo dirigiéndose a ellos, y hay que señalar que ningún ministro tenía cara de preocupación".Esta tesis está en la línea de lo sugerido por dirigentes del Grupo Popular desde hace días, incluido el portavoz Rodrigo Rato, al transmitir que han sido los socialistas quienes han "destapado" todo el asunto del hermano del vicepresidente. Las palabras de Felipe González, por otra parte, han sido acogidas con aparente indiferencia en los grupos 'de oposición.

El líder del PP volvió a comentar ayer en Valladolid, según informa Luis Miguel de Dios, la amenaza de dimisión planteada por González. Aseguró que su advertencia mensaje puede tener tres destinatarios: "Si el mensaje va dirigido, por ejemplo, al PP, no hay problema; no haremos ningún ejercicio para que se retraiga. Si es un mensaje dirigido para que tomen nota miembrosde su partido, ellos sabrán si es que tienen una situación que hace necesario el mensaje, y si es una advertencia a la sociedad española, se toma buena nota de ello". Aznar señaló más adelante que "no es la primera vez que esto sucede, que se lanza el guante y se dice yo me voy y a ver cómo queda esto; eso puede tener muchas interpretaciones, pero estoy convencido que la auténtica sólo la puede saber quien pronunció esa frase, pero me parece que en el mundo de la política occidental ésta es una declaración insólita".

A su vez el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en declaraciones a Cataluña Radio, afirmó que "nunca el señor Guerra ha hecho nada en contra y sin que lo supiera el presidente Felipe González: son como dos hermanos gemelos". En cuanto al debate parlamentario del jueves, Pujol indicó que "en este país se ha instaurado un mal estilo de hacer política". Argumentó que este mal estilo "lleva el sello del partido socialista y concretamente de Alfonso Guerra.

El dirigente de Iniciativa por Cataluña, Rafael Ribó, que ayer se reunió en Madrid con la dirección de Izquierda Unida, consideró "democráticamente inadmisible esa amenaza de dimisión". La dirección de IU se reunirá el martes por la mañana para discutir las iniciativas a presentar sobre este asunto, aunque es casi seguro que solicitarán la comparecencia del presidente del Gobierno, Felipe González.

Críticas a RTVE

De forma directa e indirecta, el Congreso debatirá la próxima semana de nuevo este asunto, dado el tenor de las iniciativas presentadas por los grupos. Los populares defenderán una interpelación sobre la actuación de RTVE en el debate y criticarán que no se retransmitiera en directo. Después habrá una pregunta al Gobierno sobre "sus intenciones en relación con la regulación de la libertad informativa y su conciliación con el derecho al honor". Otra pregunta habrá para el ministro de Defensa, Narcís Serra, para saber si piensa "enajenar alguno de los terrenos, propiedad del Estado, destinados a zona militar en Barbate (Cádiz)".

El ministro de Hacienda tiene también una pregunta sobre si el jefe de la sección del Patrimonio de Sevilla denunció entre 1983 y 1989 el uso de un despacho por un particular (Juan Guerra) en la sede de la delegación del Gobierno en Andalucía. El día anterior al debate del jueves el portavoz del Grupo Catalán, Miquel Roca, presentó una proposición de ley para introducir un nuevo capítulo en el Código Penal destinado a controlar el tráfico de influencias y el uso de la información privilegiada.

El Grupo Socialista defenderá dos proposiciones de ley sobre incompatibilidades de altos cargos, así como de diputados y senadores.

Izquierda Unida propone la creación de un nuevo artículo en el Código Penal que se llamaría "de los delitos de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus cargos", a través de una proposición de ley. También el CDS ha presentado una proposición de ley para que se amplíe en el Código Penal el delito de cohecho.