Los vertederos
Decidido anularse después de su inicial aprobación y a trompicones el quemadero de basuras que algún genial compatriota nuestro colocó en el Pla de Santa María, a pocos kilómetros del monasterio de Santes Creus (Alt Penedès), queda por resolver el memorable y miserable error de situar un vertedero de residuos industriales en Forés (Conca del Barberá).Forés es el pueblo de cota más alta de la comarca, y ese vertedero, sus humos, sus olores y sus filtraciones, contaminarían gravísimamente la atmósfera y las aguas de un enorme territorio, hasta hoy uno de los más limpios del Principado, dañaría directísimamente a los monasterios de Poblet y Vallbona de les Monges, situados a pocos kilómetros en línea recta, y también a las ruinas de El Tallat, en avanzada restauración.
Es de esperar que las autoridades de la Generalitat, empezando por el molt honorable president, Jordi Pujol, y pasando inmediatamente después por el honorable conseller de Gobernación, Josep Gomis Martí, hijo de Montblanc, ex alcalde de esa ciudad durante largos años, ex presidente por dos veces de la Diputación de Tarragona y diputado por CiU en Madrid, y también pasando por todo el Consell Executiu, anulen tan desgraciada ubicación del vertedero.
Sería muy triste que los catalanes no limpiáramos en casa nuestra peor ropa sucia. Digo esto porque podría suceder que la Casa Real de España y el Patrimonio Nacional del Estado tuviesen que decidir el arreglo de este desafuero, y con todo su derecho, le guste a alguien o no. El rey Juan Carlos es el heredero directo de los condes-reyes enterrados en la bellísima abadía de Poblet; su padre, don Juan de Borbón, conde de Barcelona, decidió hace ya años ser enterrado en Poblet, junto a su esposa, y las correspondientes fosas y lápidas, por fortuna aún vacías, están al pie del altar lateral derecho de la iglesia de Poblet, cerca de los enterramientos de muchos de sus antepasados, y, finalmente, el príncipe Felipe, heredero de la Corona, es, además, duque de Montblanc, ciudad a la que visitará de forma oficial próximamente.
En cuanto al Patrimonio Nacional, ya se vería lo que iría a desfacer. Se pueden y deben traspasar muchas, todas las competencias posibles a Cataluña, pero no se puede responder luego devolviendo incompetencias que, además, nos perjudican en primer lugar a los catalanes.
Y luego, si tuviera que ser Madrid el que decide a llorar, bastantes de nuestros compatriotas, muy dados a las quejas y a las lagrimitas porque en Madrid no nos dejan hacer nada. ¡Vaya por Dios!-
