La lógica "lleva a un partido distinto"
Después de denunciar "el excepcional potencial de conservadurismo de la sociedad [soviética], contaminada por una psicología igualitarista, por un rechazo agresivo de toda manifestación de individualismo, de independencia, de iniciativa personal y de los éxitos propios", el documento elaborado por los más estrechos colaboradores de Mijail Gorbachov explica que es necesario "estimular por todos los medios las bases de la población que no tienen miedo de vivir de su trabajo", y, por tanto, "a transformar a estas personas en masa, es decir, en grupo social".El texto señala además que "la unión de la inteligentzia y de los dirigentes del partido y del Estado constituye realmente una conquista única y preciosa. Parece, sin embargo, que estamos dispuestos a verla fracasar, y consecuentemente a empezar a ceder al chantaje de los conservadores que siempre ponen por delante a las masas proletarias. (...) Sin hablar del hecho de que perder el apoyo de la inteligentzia significaría para el partido y la perestroika perder un aliado, casi el más entusiasta".
"Cuando finaliza el siglo XX, es hora ya de desembarazarse de la mistificación del concepto de clase obrera, pues ello significa, de alguna manera, la continuación, bajo otra forma, de la misma dictadura del proletariado. De cualquier manera, estamos más próximos al siglo XXI que al siglo XIX, cuando este tipo de razonamiento era históricamente justificado".
"¿No valdría la pena reflexionar sobre las formas que adoptan y adoptarán, en un futuro próximo, las estructuras sociales de las sociedades contemporáneas posindustrializadas e informatizadas? ¿No valdría la pena reflexionar igualmente sobre las razones por las cuales, como es sabido, son las capas medias de los trabajadores las que conforman los movimientos sindicales más fuertes y conservadores de Occidente, y en cuyo seno se recluta, fundamentalmente, la masa de militantes de la izquierda en Europa occidental?".
Peor que en Tiananmen
"Esto no significa necesariamente que, en nuestra situación concreta, la dirección del partido deba desmarcarse en manera alguna de la clase obrera. No sería ni justificado, ni comprendido, ni aceptado por nuestra sociedad, ni por el conjunto de militantes del partido. Es suficiente con no distanciarse de la inteligentzia, no ocultar que se la considera un apoyo y aceptarla (en la medida en que esté dispuesta) en las filas del partido; y en lugar de jugar la baza del populismo proletario, insistir en la necesidad de consolidar la unión entre la inteligentzia (...) y la clase obrera. Si no, esta unión (para la que existe una base objetiva) se efectuará en otra parte, e incluso contra las instancias del partido". (...)"Todo eso (...) conduce a la necesidad de explicar públicamente la situación, en el partido y en el conjunto de la sociedad, y a separarse, dentro y fuera del partido, de las fuerzas que no aceptan ya mantenerse en la senda de la perestroika y se pronuncian abiertamente contra el proyecto político de Mijail Gorbachov".
"Rechazar por más tiempo el distanciamiento político [de esas fuerzas] no favorece únicamente a las corrientes antiperestroika. (...) Tiene unas consecuencias más graves al acrecentar la fatiga y la apatía en la sociedad, provocar enfrentamientos en el partido, incluida la dirección. Con nuestros propios elementos y con las lecciones derivadas de la evolución de los acontecimientos en China y Europa del Este, conviene profundizar en el análisis del conflicto existente entre el partido y la sociedad. Y este conflicto puede tomar, teniendo en cuenta las dimensiones del país, su composición multinacional y las especificidades rusas, formas muy diferentes a las observadas en Rumanía y Tiananmen".
"Si es generalmente aceptado que la sociedad precisa de un centro estable, la táctica consistente en mantener una equidistancia entre la derecha y la izquierda, los conservadores y radicales, no está dando resultados visibles en el seno del partido. Es cierto que la sociedad necesita de un centro estable que se consolide, pero en estos tiempos de reestructuración revolucionaria, se hace necesaria una vanguardia que actúe como motor social. Para ser eficaz, esta vanguardia, es decir, el partido, debe ser suficientemente homogénea, al menos sobre posiciones de principío. No importa que el partido parezca un conjunto de personas compartiendo las mismas ideas. La situación de los últimos meses se ha modificado, y la sociedad es perfectamente consciente de ello".
La alianza del aparato
El rechazo, acentuado en los últimos meses, a calificar a las fuerzas conservadoras como el principal obstáculo al papel dirigente del partido en una sociedad que cambia radicalmente ha perdido toda significación, si es que alguna vez la tuvo. Los conservadores sacan provecho del tema de la consolidación a cualquier precio, incluido el futuro de la perestroika, y no parecen preocupados por el precio que podría derivarse de un choque frontal entre el partido y la sociedad, cuyos resultados afectarían por igual a conservadores y progresistas."Desde la perspectiva de perder sus privilegios y su poder, el aparato, asustado no duda (...) en aliarse, abandonando todos los principios, con las fuerzas nacionalistas y chovinistas. Empiezan a entrar en juego las ideas del imperialismo y de la autocracia, y a mezclarse con elementos fascistoidescon la esperanza de prolongar su existencia. El resultado es que en el partido (...) se ha creado una situación paradójica. Detrás de la fachada (...) de unidad coexisten, de una manera que dista ya de ser pacífica, las consecuencias partidistas de un desarrollo intensivo de los procesos de reestructuración de las fuerzas más conservadoras". (...) "La perestroika ha tenido éxito en lo esencial y ha impulsado un proceso dinamizador en la sociedad. Sintiéndose ya una entidad con vida propia, esta sociedad no está dispuesta a aceptar trabas y exige el derecho a disponer de su propio destino y de su propio poder".
"La primera etapa del tránsito del partido-Estado a una sociedad civil ha sido acogida con esperanza por la sociedad y ha reforzado la posición del partido desde el momento en que ha adoptado la forma de Congreso de los Diputados Populares y de Soviet Supremo. Notablemente, en el transcurso de la segunda del Congreso, en el que todas las decisiones adoptadas correspondían a las que habían elaborado previamente las instancias del partido, el ahogo de este proceso ha generado la duda sobre la sinceridad de la dirección (...). Un antagonismo serio puede, sobre cierta base, hacer estallar un conflicto entre el partido y una sociedad cada vez más exigente y atenta a la experiencia de nuestros vecinos de Europa del Este".
"Se puede esperar por ahora que la sociedad esté dispuesta a compartir el poder con el partido, con la condición de que el acuerdo suscrito sea honesto y franco. Este acuerdo puede revestir formas diferentes. Puede ir hacia una intensificación del trabajo del Soviet Supremo y a la concesión de poder real a órganos locales de autogestión y a la organización de mesas redondas, una vía que han tenido que seguir todos los países socialistas, a excepción de Rumanía, donde el partido ha sido barrido".
"La conclusión de este acuerdo, en el que se transmitiría por etapas el poder del partido-Estado a una sociedad civil, con el partido como fuerza política privilegiada, es únicamente posible si la sociedad no tiene ninguna duda respecto al partído que tiene enfrente. El partido de Gorbachov, el que ha diseñado la perestroika, con el que la sociedad no comprometa su futuro".
"El objetivo aconseja, pues, un partido diferente al actual, un partido que favorezca que la mayoría de sus miembros permanezcan dentro. La vía para construirlo puede ser la preparación del 18º Congreso y la elección de los delegados. El punto de partida, el próximo pleno del Comité Central que debe desarrollarse públicamente (y lo mejor sería que fuera televisado), y dar a la dirección la posibilidad (...) de dirigirse no solamente a los miembros del Comité Central, sino también al conjunto del PCUS y a la sociedad, con una plataforma de aceleración de la perestroika y un llamamiento a confiarle el mandato en la reestructuración del partido".
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