_
_
_
_
Reportaje:TRÁFICO DE INFLUENCIAS

El bocado y la presa

Un hijo de Juan Guerra asegura que su padrequiere defenderse

, Domingo, 15.10. Un Nissan Patrol envuelto en una nube de polvo circula lentamente por un estrecho camino de albero. En él viajan Juanito Guerra López, de 19 años, y su novia, aparentemente de su misma edad. Es el segundo de los cinco hijos de Juan Guerra Gon zález, la persona en estos días más buscada por el periodismo nacio nal. Juanito detiene el coche, abandona el volante y se dirige al acce sol recientemente camuflado por una red de malla, del olivar Las Brujas, en el término de Espartina. Allí, en pleno Aljarafe sevillano,' ha estado su padre, al menos hasta el viernes, pero él lo niega.Las Brujas es una de las pro . piedades de Juan Guerra. Es la misma finca en la que estaba construyendo unas naves destinadas a picadero, cuyas obras, no autorizadas, han sido paralizadas recientemente por el Ayuntamiento de Espartinas, gobernado por el Partido Popular. Hace escasamente una semana, en su acceso, había una cancela, ayudada por dos pilotes en donde se podía leer de forma visible el nombre de la finca.Los pilotes ya no existen y una malla despista el acceso. Juan Guerra ha empezado así a defenderse de los periodistas. Allí están sus dos hijos mayores, que van y vienen; la familia del casero, un par de fieles que protegen la finca de cualquier supuesta invasión periodística y un teléfono que apenas suena y no turba la tranquilidad del lugar. El patrón, sin embargo, ha pasado el fin de semana en el sur de Portugal.

Más información
Juan Guerra reconocio una sustancial mejora de su patrimonio, tras dejar el despacho oficial
"Pequeñas magulladuras"
Incidente en la frontera de Ayamonte
De la Borbolla ordenó silencio absoluto a sus partidanos

Juanito Guerra vive desde hace un año emancipado de su madre, María de los Angeles López, que tuvo su tutela hasta la mayoría de edad. Está haciendo el servicio militar en la Base Aérea de Tablada, en Sevilla, y en cuanto puede se escapa para ayudar y acompañar a su padre, ahora sumido en la soledad más absoluta, allí donde esté.

Fue él quien fotocopió las cartas que Juan Guerra envió recientemente a la sede sevillana del PSOE, en la calle de San Vicente, en la que les comunicaba a Txiki Benegas y a Carlos SanJuán que sacrificaba su militanciaen el partido para defenderse. "MI padre me dijo: 'Llévalas a la tienda, las fotocopias y que nadie las vea'. Yo tuve que soportar en la tienda varios comentarios que oí acerca de mi padre y me tuve que callar".Los 19 años de Juanito Gue rra no le impiden pronunciarse sobre lo que está pasando y, sin titubeos, señala pasionalment con el dedo. %Qué quién está de trás de todo esto. Pués muy claro, hombre: Borbolla. Mi padre y él, y por supuesto mi tío, no se tragan. A mi me han dicho queun día, en el campo del Betis, Borbolla comentó: 'A mi me echarán, pero a ese [por Juan Guerra] me lo llevo por delante, lo arrastro-.Cosas de periodistas

Sin perder los nervios, Juanito Guerra pasa luego a hablar de la Prensa. "MI padre nos ha dicho que de mayor podemos ser de todo, menos periodistas. Mi padre no lee la Prensa. Le da asco. Es que no hay ni un sólo periódico que diga la verdad. Vosotros podéis contarla, pero luego llega el director y os la cambia. No hay periódicos de izquierda. Están diciendo barbaridades. Le han adjudicado cosas que es para llevarse las manos a la cabeza. Propiedades y fincas en las que no tiene nada que ver. ¿Y eso del piso de Rochelambert? ¿Que mi padre tiene un piso en Rochelambert? Vamos, vamos..."

Juanito Guerra, sin embargo,está preocupado. No sabe si su padre le va recriminar que hable con EL PAIS. En algún momento llega a dudar sobre si sus palabras van a ser manipuladas, pero está convencido de que lo que está diciendo lo hace por su padre, en su defensa.

Su novia permanece en el coche y él, muy seguro de si mismo, continua: "Aquí hay una cosa clara: van por mi tío. Mi padre es el bocado y mi tío es la presa. Mi padre quiere defenderse. Quiere encontrar a un periodista de verdad y hablar con él, responderle a lo que pregunte, pero con un notario delante. El otro día fue el colmo. Estábamos viendo Galavisión. Porque tenemos una parabólica aquí. Ja, Ja. ¿Quién no tiene una parabólica? Y, de repente, zas: nombran a mi padre. No pudo más y se fue a dormir. Él, por supuesto, no lee los periódicos ni las revistas ni nada...".

Juanito Guerra responde deinmediato cuando se le pregunta por las actuales relaciones entre su padre y su tío. "Están diciendo mentiras. Mentiras y mentiras. Mi padre fue el que dejó a Alfonso, no. queriendo este que lo hiciera. Es que no tenía tiempo. Mi padre tenía mucho trabajo durante la semana y, encima, tenía que ocuparse de mi tío cuando venía a Sevilla. ¡Claro que se llevan bien! Mire: Alfonso no conria en nadie y con la única persona que se siente a gusto es con mi padre. Es con quien le gusta pasar horas y horas hablando...".

"¿Que cómo me llevo con mi inadre?. Bueno... Es mi madre, claro. Yo llevo un año viviendo sólo. Con eso lo digo todo. Desde luego buena ayuda nos está proporcionando con sus declaraciones. Ahora sale con eso de que con 150.000 pesetas no puede vivir, cuando es mi padre quien le paga la casa y ella sólo tiene que abonar la luz, el teléfono y elagua. Hasta la ropa se la ha comprado mi padre. Dice que tiene cinco hijos a su cargo -mi hermano mayor y yo vivimos fuera- y con las 600.000 pesetas que pide de pensión se va a encontrar con ocho kilos al año. Ha dicho también que mi padre es un padrazo. ¡Qué va a decir! Él ha sido muy bueno con todos nosotros".

15.30 de la tarde. La novia de Juanito, cansada de esperar, apaga el motor del Nissan Patrol, pero permanece dentro, lejos de la conversación. "Por favor, tened cuidado", concluye Juanito. "Os he cogido dentro de la finca y esto estaba cerrado. A mi me da igual, pero ahí dentro hay gente que no lo entendería. Si yo estoy dentro, pues no pasa nada, lo comprendo. Pero hay gente que no comprende las cosas. ¿Que mi padre se ha afeitado la barba? Vamos ... Eso no lo haría nunca".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_