Juan Guerra reconocio una sustancial mejora de su patrimonio, tras dejar el despacho oficial
Juan Guerra González reconoció judicialmente un sustancial incremento de sus negocios y de su patrimonio personal, a las pocas semanas de abandonar el despacho que durante seis años ocupó -sin cargo ofícial ni contrato alguno- en la delegación del Gobierno en Andalucía. Esa declaración se produjo en julio pasado, con motivo del pleito de divorcio entablado por él contra su mujer, María de los Ángeles López Rubio. Unos días antes había dejado de verse en público con su hermano, el vicepresidente del Gobierno, pero la ejecutiva del PSOE le mantuvo en plantilla cuatro meses más.
El grueso de los negocios privados de Juan Guerra, la compra de pisos y la adquisición de fincas se produjo entre 1986 y los primeros meses de 1989. Juan Guerra ocultó a la Hacienda Pública gran parte de esos datos. A falta de precisiones del propio interesado sobre las razones que tuvo para ello, otras fuentes afirman que Juan Guerra trataba de evitar las peticiones de su ex mujer, que solicitó 60 millones de una sola vez, 0 bien mensualidades de 600.000.Según el acuerdo anterior, Juan Guerra tenía que pasar a su esposa la cantidad de 150.000 pesetas mensuales, equivalente al sueldo que percibía del partido. Pero según las cantidades declaradas en el impuesto sobre la renta, Juan Guerra destinaba prácticamente todo su sueldo del PSOE a la pensión de su mujer, y se reservaba para él sólo 100.000 pesetas para todo el año, con las que pagaba, además, una hipoteca de 900.000.
" Evidentemente, esto no es posible", razonaba la procuradora que representaba los intereses de María Ángeles López Rubio. El abogado de esta última, Antonio Alva, se puso a remover papeles, archivos y documentos para probar que Juan Guerra disponía de dinero y bienes, con los cuales acudió al juzgado de familia número 6 de Sevilla. Y así se generó un volumen de información sobre las actividades del hermano del vicepresidente, entre mayo y septiembre de 1989, que coincide bastante con lo que diferentes medios de comunicación han difundido después. Una vez producida la separación del matrimonio -diciembre de 1987- Juan Guerra compró un piso a su hermano Alfonso, en la calle Pedro Pérez Fernández, de Sevilla. Juan Guerra adquirió también inmuebles en el denominado Jardín de Capuchinos. En la Navidad de 1988, regaló un caballo a cada uno de sus hijos, y otro más a su sobrino Alfonso, el hijo del vicepresidente del Gobierno. Igualmente aceptó ser propietario de una finca en Guillena -la que había comprado a la empresa pública Ensidesa-, a la que llevaba a sus hijos cuando el régimen de visitas establecido en la separación se lo permitía. Juan Guerra reconoció también ser socio de numerosas empresas. Cronológicamente, su pequeño imperio comenzó con Construcción Modular Andaluza, una empresa constituida en mayo de 1986 y dedicada a construcción de viviendas y otras actividades. Unos meses después -noviembre de 1986-, constituyó la entidad Nagu, SA, dedicada a la venta de libros.
Un año más tarde -octubre de 1987- se montó la empresa Corral de la Parra, SA, dedicada a promociones y construcciones inmobiliarias. Y en febrero del año siguiente organizó Cosmosat Andalucía SA, dedicada a fabricación y comercialización de componentes electrónicos y antenas parabólicas de televisión.
Juan Guerra no figura entre los fundadores de esta última empresa, según la inscripción registral, pero uno de sus socios en otras entidades, Juan José Arenas, figura con el 25% de las acciones de Cosmosat. El prop o Juan Guerra reconoció una vinculación con esta empresa durante el pleito de divorcio.
Por último, en junio de 1988, Juan Guerra constituyó Elecpor, SA, dedicada a la comercialización y fabricación de equipos electrónicos. A esas alturas, Juan Guerra seguía disfrutando de despacho en la delegación del Gobierno y continuaba acompañando en público al vicepresidente del Ejecutivo.
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