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Domingo, 21 de enero de 1990

Opinión

Editoriales

Sanchez Asiaín

DEL MISMO modo que cuando se escriba la historia definitiva de la transición política española de una dictadura a una democracia el nombre de Adolfo Suárez brillará por encima de los demás, a...

Lejanías

LA POLÍTICA ferroviaria de cercanías en los grandes núcleos urbanos, y muy particularmente en Madrid y Barcelona, se ha revelado, más allá de las buenas intenciones de sus planificadores y...

Tribunas

La ley del bolero

Antonio Muñoz Molina

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Otros artículos

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Londres,

Tener algunos conocimientos médicos puede ser algo particularmente peligroso. Primera muestra: mucha gente engorda si deja de fumar. Segunda muestra: estar gordo es malo para la salud. Muchos...

Manantial

Manuel Vicent

Ahora que el mundo se acaba, todas las fuentes del Mediterráneo han comenzado a manar. Después de unos aguaceros muy tenaces, en este litoral han brotado manantiales que estaban cegados desde la...

Cartas

Penoso 'rally'

Daniel Martín Mayorga. La prestigiosa y bien cubierta por los medios de información París-Dakar es, en estos momentos, un espectáculo indigno de ser contemplado tal y como se nos está presentando. Es lamentable ver el derroche y la falta de criterio de unos organizadores que sólo consideran interesante ir a Africa a "pasear velozmente con sus avanzados modelos de automóviles", mientras a su paso se entretiene la pobreza, la miscria y la falta de los más elementales medios para una vida digna.Quizá lo interesante sea saber por qué los ecologistas estamos en contra de tales carreras. En primer lugar, esta carrera es antiecológica, pues supone destrozar caminos por los que luego, a velocidades sin interés periodístico-deportivo, se moverán pesados carros transportando grano para algo tan lejano de las estrellas como es comer. Podríamos hablar de la contaminación, de los desechos, etcétera, pero lo que resalta a primera vista es la absoluta contradicción entre el insultante derroche de medios de transporte y la pobreza de los tuaregs, de los nómadas y de los pobladores de míseras chabolas, que asisten impertérritos a este espectáculo. ¿Cuánto grano se podría transportar en esos camiones?, ¿qué se podría construir con lo que se ,Yasta en desperfectos, averías, etcétera, de esos automóviles?René Dumont, prestigioso intelectual francés e ingeniero agrónomo que dedicó a este continente su tiempo y, trabajo, en su libro En favor de África, yo acuso denuncia que los organizadores de la París-Dakar, para obtener el permiso de travesía por muchos de estos países, prometieron llevar progreso, construir vías de comunicación, etcétera. Sin embargo, nada se ha hecho desde que esta carrera existe, para vergüenza de los civilizados ciudadanos amantes del deporte a quienes los miles de muertes por sequía, inanición, enfermedad, etcétera, poco importarán en comparación con cualquier ligero incidente de estos nuevos aventureros.- Rafael L. Guardo Polo. | Madrid.

Separación matrimonial

Enrique de Esteban. | Madrid.

Moralidades

Vicent Badía Marín. | Valencia.

Ánimo de lucro

María Herrero Montoto. | Madrid.
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