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El Gobierno de Colombia reafirma que seguirá la guerra contra el narcotráfico

El Gobierno colombiano reafirmó ayer, mediante una declaración oficial, que continuará su guerra al narcotráfico. En el texto oficial se califica de "gesto patriótico" el documento enviado por un grupo de notables, el pasado lunes, a los extraditables, en el que se pedía a los jefes del narcotráfico que abandonaran ese negocio ilícito. El comunicado del Gobierno de Virgilio Barco puntualiza que los hechos venideros "pueden despejar y aclarar convincentemente" la situación creada en el país, tras el reconocimiento de los capos del narcotráfico de que "las autoridades ganaron la guerra".

Horas antes de emitida esta declaración, el ministro del Interior, Carlos Lemos, había afirmado: "A partir de hoy se abre un nuevo proceso de verificación para saber si los narcotraficantes entregan a todos los secuestrados, se suspenden todos los embarques de cocaína a Estados Unidos y si se someten a las leyes colombianas entregándose ante los jueces".

Todo indica que los extraditables están cumpliendo con lo prometido. El jueves por la tarde fue liberado otro de los rehenes que mantenían en su poder. El turno de libertad fue para Roberto Mauricio Toe, hijo de un acaudalado comerciante de Medellín. El joven fue abandonado atado a la reja de una casa de un céntrico sector de la ciudad.

"Respuesta a Bush"

Cuando los periodistas, avisados a través de llamadas telefónicas, llegaron al lugar, el joven empezó a repetir, como si se tratara de una grabación, el mensaje verbal enviado por los extraditables: "Es una respuesta al presidente George Bush y a la DEA. Si no creen en la palabra de los narcotraficantes, ¿por qué entonces negocian con nosotros y nos ponen a atestiguar contra otros implicados?". La forma en que fue liberado Roberto Mauricio recordó a los colombianos que así, amarrados a rejas y encadenados, fueron dejados, uno a uno, los miembros del M-19 que a comienzos de 1980 secuestraron a Marta Nieves Ochoa, hermana de tres de los extraditables del cártel de Medellín. A raíz de este hecho, la mafia creó el MAS (Muerte a los Secuestradores).Pero las liberaciones se han dado de uno y otro lado. El lunes pasado fue puesto en libertad José Ocampo, considerado como la mano derecha de Pablo Escobar, jefe del cártel de Medellín. Ocampo había sido detenido el 30 de diciembre pasado en su hacienda de una población caribeña. La libertad de Pelusa, como se le conoce popularmente, tuvo lugar el mismo día en que los notables enviaron su mensaje de paz a los extraditables. Simultáneamente fueron excarcelados también ocho miembros del clan Ochoa, detenidos también a finales de diciembre.

Ayer, Diego Montaña, presidente de la Unión Patriótica (UP) y otro de firmantes del mensaje enviado a los extraditables, abogó por la eliminación de la extradición y pidió la creación de un tribunal especial para juzgar a los narcotraficantes.

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